Cap.6 "No eres como pensé"

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Narra Len:

Hubo un pequeño silencio y nos quedamos mirando frente a frente, hasta que a ella decidió hablar otra vez.
-Bien, tomemos un descanzo- Rin desvió la mirada y se sentó encima de una roca.
-No, no quiero detenerme. Quiero llegar lo antes posible a Mitsaki y no pienso detenerme a pasear.
-No te estoy preguntando- sacó su libreta y lápiz de su bolso y comenzó a garabatear algo en ella- además, dijiste que "no te importaba"
-Ese no es asunto tuyo.
-No, no lo es- volteó a mirarme- pero yo soy la que va a pagar el viaje, así que seguirás mis órdenes. Además, no hago esto por tí, lo hago porque llegué a un acuerdo con tú hermana.
-De acuerdo- dije sentándome casi pegada a ella- no pienso detenerte, esta vez, tú ganas.
-Aléjate un poco- se recorrió un poco a su izquierda.
-Que rara eres.
Ignoró por completo lo que dije y continuó con lo que hacía en su libreta. De vez en cuando, hechaba un vistazo a lo que hacía, y valla que me sorprendí. Estaba dibujando el paisaje de la ciudad en la que estábamos, todo muy a detalle. Luego ví que escribía algo y guardó su cuaderno y lápiz en su bolso.
-Vámonos- dijo poniéndose de pie.
-Sí señora- dije con una clara molestia en mis palabras.
-Así me gusta- dijo mirándome burlónamente.
Me levanté y y empezamos a caminar nuevamente. Luego de un rato me atreví a hablar. Me estaba hartando de los silencios incómodos, prefería mil veces estar peleando con ella a estar callados.
-Veo que tienes talento con el dibujo- no sabía ni lo que decía, prácticamente la estaba halagando y eso era lo menos que quería hacer.
-Gracias, no pensé que me dirías eso. Pensé que dirías otra cosa- se río un poco bajo y volteó a verme.
-¿Y porqué no lo diría? Yo soy de todo pero no un mentiroso- dije frunciendo el ceño.
-Hasta un Spice- susurró mirando abajo.
-¿Qué demonios dijiste? ¡Claro que no soy un Spice!
-Ya ya, no quiero morir aún- se río levemente y se calmó- mejor vamos a almorzar algo. Aunque si me quisieras matar serias tú el que moriría.
-Si mejor cuídate. Busquémos una fonda o algo.
-¿Sabes de algún lugar o algo parecido?
-Pero por supuesto que no. Jamás e estado en este pueblo.
-¿En serio? Yo pensaba que sí.
-¿Qué te hacía pensar eso?
-Bueno, cuentan que la ciudad Yamatsaki es la segunda más productiva, solo después de Mitsaki, además de ser una de las ciudades más grandes de el país.
-Si crees que es así, ¿entonces porqué tu no la has visitado?
-Digamos que no salía mucho de casa.
-Ah, ya veo. Debí saberlo, una chica de clase alta no sale demasiado.
-¿A qué te refieres con clase alta?
-A juzgar por tu apariencia y tú comportamiento, puedo pensar que eres una especie de niña "privilegiada"- moví mis dedos al decir privilegiada mientras seguía mirándola- además de que tienes mucho dinero. Sin mencionar que no te gusta el contacto físico, de seguro te doy asco.
-En primer lugar- cruzó los brazos- la educación de una persona no se mide por su estatus social, en segundo- me lanzó una mirada asesina- no sabes de dónde saqué este dinero y en tercero el hecho de que no me guste el contacto físico no significa que me des asco.
-¿Y entonces por qué?- dije levantando una ceja.
Eso no es asunto tuyo!- gritó mientras agachaba la cabeza.
Metí la pata. Si antes no nos llevábamos ahora va a ser peor. Y todo por mis malditos impulsos.
-Lo siento- dije casi en un susurro pero lo suficientemente fuerte como para que ella lo escuchara.
-Ah, ¡no te preocupes!- levantó la mirada y sonrió mientras parecía limpiarse la cara con su mano- las personas somos así, juzgamos sin saber. ¡Mira, un lugar para comer!¡vámos!
Perecía que había llorado un poco, pues tenía sus ojos llorosos.  Al menos no se lo tomó tan mal pero en serio me preocupaba el hecho de que hubiera llorado. Aún así, no le preguntaré si lo estaba haciendo.

Narra Rin:

Ese maldito idiota no tiene límites. Su estupidez es tan grande que si se midiera podría darle la vuelta al mundo trece veces. Debí al menos aprender eso de mi madre: "la gente es demasiado superficial, no se fijan en lo que eres, sino en lo que dan por sentado que eres". ¿Realmente todas las personas serán así?¿O solo unas cuantas? Definitivamente este niño y yo no nos llevaremos nada bien. Por eso no aguanté más y exploté.
-¡Eso no es asunto tuyo!- grité mientras agachaba la cabeza.
Otro silencio incómodo se hizo presente. Unas pequeñas lágrimas salieron de mis ojos, casi invisibles para él por culpa de mi flequillo que tapaba la mitad de mi cara. Mis ojos se abrieron al escuchar un susurro casi inaudible por parte de él.
-[Lo siento]
¿Él me estaba pidiendo perdón? Si que es un chico bipolar, pero, aún así se estaba disculpando conmigo y eso ya era un avance. De algún modo, eso me hizo sentir bien.
-Ah, ¡no te preocupes!- dije mientras levantaba mi cabeza y secaba mis lágrimas- las personas somos así, juzgamos sin saber. ¡Mira, un lugar para comer! ¡Vámos!
Corrí hasta una pequeña casa donde se veía un letrero que indicaba que era una fonda mientras Len me seguía.

Narrador omnisciente:

Ambos chicos entraron en la fonda y se sentaron en una de las mesas.
-Bien, para evitar problemas, tenemos que evadir los gastos más inecesarios.- Rin habló mientras miraba el lugar y sacaba su libreta y un lápiz- Tengo cuatrocientas cincuenta monedas.
-Tienes bastante dinero incluso puede sobrarte. Hasta nos habría alcanzado para traer a Lenka- Len la miraba seriamente.
-Sí, pero tengo planeado guardar el resto de el dinero, como mínimo cincuenta monedas. Y hasta ahora solo e gastado dos.
-¿Lo vas a apuntar en ese cuaderno?
-Sí, tengo que estar mediando todo.
-Esta bien, después de todo vamos a ir a un lugar desconocido.
Después de esa corta charla, un jóven de pelo morado se acercó para tomarles su orden.
-Buenas tardes, ¿qué se les ofrece?
-Buenas tardes, yo voy a querer una...
-¡¿Gakupo?!¡¿En serio eres tú?- Len se levantó bruscamente de su lugar.
-¿Len? Hace casi un año que no te veo, ¿cómo has estado?
-¿Pero cómo demonios preguntas eso?¿Qué pasó con Rinto?¿Dónde lo dejaste?
-Oh, cierto...- Gakupo se quedó pensando.
-¡Sí tú estás aquí significa que Rinto también está!
-Sí, sobre eso, deberíamos hablar.
-Sí, sientate aquí- Len hizo señas indicando dónde debía sentarse Gakupo.
-En este momento no puedo porque estoy en horario de trabajo, pero podríamos hablar en unas dos horas y aparte creo que deberíamos hablarlo a "solas"- dijo Gakupo dirigiendo su mirada a Rin quién había permanecido en silencio todo ese tiempo y solo miraba extrañada a ambos chicos- por cierto... ¿Quién es esta lindura?
-¿Lindura?- preguntó Len cruzando los brazos y frunciendo el ceño.
-Soy Rin Megurine, mucho gusto- Rin hizo una reverencia.
-Pero si parece una princesa, yo soy Kamui Gakupo un gusto- Gakupo iba a agarrar la mano de Rin para besarla pero Rin alcanzó a quitarla, a lo que él se quedó bastante sorprendido.
-¡¿Eh?!- exclamó Len.
-Lo siento, no me gusta el contacto físico, así que te lo agradecería si no lo hicieras de nuevo.
-No es nada, perdóname tú a mi- Gakupo sonrió.
-¿Princesa ella?, jajajaja ¡Que mal gusto tienes Gakupo!- Len se rió fuertemente mientras miraba a Rin.
-Tienes razón señor Spice, ella no es una princesa... Es una Reina- Gakupo seguía mirando a Rin, lo que hizo que esta se ruborizara- debí saberlo, ¿es tú nueva novia?
-¿Nueva novia?... Pero claro que...
-No, no soy su novia. Soy más bien una compañera de viaje. Vamos a ir a Mitsaki.
-¿A Mitsaki? Será mejor que hablemos después, diganme, ¿qué es lo que quieren de comer?

Dame Tu Mano (Rin X Len Kagamine) TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora