Cap.39 Plan B

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Narra Haku:

El plan acababa de comenzar. Era momento de empacar nuestras cosas y escapar de esta casa. Tenía una cabaña en el bosque que estaba al otro lado de la ciudad. Si mal no recordaba, tenía un encantamiento para que nadie la viera... Tal como el encantamiento que le había puesto a la casa donde habitó Rin en su infancia. Aún quedaban muchos asuntos pendientes por resolver con respecto a Meiko, faltaba encontrar el cuchillo, mis poderes junto con los de Kaito, y por supuesto, derrocarla del trono. No sería pafñra nada fácil, pero durante el resto de la tarde estuve pensando en un pequeño plan.

Narra Lenka:

Era de media noche y en la casa ya todos estaban dormidos. Yo sin embargo no podía, hacía demasiado calor, así que por eso salí de mi cuarto al patio trasero. Me sorprendí al ver una sombra sentada en uno de los escalones, y por eso tomé una pala de madera y me acerqué lentamente. Cuando estuve frente de la sombra dispuesta a golpearla, la sombra hizo un movimiento y se volteó. Era la hechicera Haku, que estaba sentada. Rápidamente bajé el palo y lo coloqué detrás de mi.
-Hola -saludó Haku.
-Ho-hola -dije nerviosa mientras dejaba el palo a un lado.
-¿Pensabas que era un intruso? -Haku se rió tapando su boca con su mano.
-Algo así jejeje -dije- perdone la intromisión.
-No te preocupes, y no seas tan formal, háblame informalmente.
-Si claro. Solo no quiero pasar por alto el hecho de que usted sea mayor -sonreí por lo bajo y acomodé mi cabello.
-Jajaja, no te preocupes, solo soy un poco mayor... Solo un poco.
-Je, bueno, yo me voy, supongo que la interrumpí, así que...
-Puedes quedarte, ¿tampoco puedes dormir?
-Es que hace mucho calor...
-Lo mismo pensé.
Haku puso su mano a un lado de ella dando palmaditas para que yo me sentara y así lo hice. Estuvimos un rato en silencio contemplando la luna amarillenta y las hermosas estrellas.
-¿Eres la hermana mayor de Len, cierto? -me preguntó volteando a verme.
-¿Eh? Ah, si -dije volteándola a ver con un poco de nerviosismo.
-Me agrada poder verte de nuevo -susurró Haku con un toque de melancolía.
-¿Nos conocíamos?
-Si, bueno, eran pequeños. Supongo que el único que recuerda un poco es Rinto.
-¿Vivías en Zen?
-Si, bueno, creo que ya debes saber por Rin que yo era su madrina.
-Si.
-Bien, tu madre solía trabajar como cuidadora para Rin, era una de mis subordinadas ttambién.
-¿Conoció a mi madre?
-Oh, si. Es la mujer más amable que eh conocido en mi vida.
-No lo sabía.
-¿Y cómo está ella?
-Bueno ella... Murió hace varios años...
-En serio lo lamento... Lily era una gran persona.
-Si...
-¿Tu padre la ah llevado bien?
-El también falleció hace unos años, pero supongo que está bien...
-Oh....
-De todas formas, logró reponerse rápidamente, y fue un buen padre para mi y para mis hermanos... Pero la enfermedad le ganó la batalla.
-¿Tuviste que cuidar de tus hermanos?
-Rinto trabajaba y era mayor que yo pero, igual así yo también tuve que trabajar y Len igual.
-Debió ser muy complicado.
-Y lo fue, en especial para Len... Era el menor de ambos, y aún así tuvo que empezar a trabajar joven. Incluso ahora sigue dañado...
-No te preocupes, puedo sentir, que el estará bien... Está enamorado.
-Si. El tuvo un cambio, y fue por esa persona.
-¿Quién es?
-Bueno, es Rin -dije y me tapé la boca.
-Lo sabía... Sabía que esos dos terminarían enamorándose.
-Si jejeje.
-....
-....
-¿Y tú no tienes a alguien? -Preguntó sin rodeos mirando la luna.
-Eh, bueno... No realmente -dije sonrojandome.
-Es una lástima, porque si yo fuera un hombre saldría contigo -ella me miró igual sonrojada.
-Eh, gra-gracias.
-Bueno, creo que deberíamos entrar a la casa, empieza a hacer frío, ¿no crees?
-S-si.
Nos levantamos y nos despedimos llendonos cada quien a nuestra habitación, y en su caso, a la sala. Yo por mi parte me fui sonrojada a mi cuarto y caí profundamente dormida.

Narra Rin:

Esta mañana me levanté de buen humor, había dormido de maravilla y mis ojeras no se notaban. Hoy nos iriamos de la casa, ya que era peligroso y riesgos o seguir aquí, ya que de seguro Meiko ya nos estaría buscando. Me vestí con un vestido ligero color verde y unas zapatillas blancas, y me peiné dejándome el cabello suelto solo poniéndome mi moño blanco en la cabeza. Salí de mi cuarto y en la sala estaban ya sentados toda la familia, que últimamente había agregado tres miembros nuevos.
-Buenos días -saludé.
-Buenos días -contestaron los demás, a excepción de Rinto que no se encontraba en casa.
Por falta de espacio en el comedor me senté en un sillón al lado de Haku.
-¿A qué hora partimos? -pregunté a Haku.
-Sería bien irnos en unas dos horas, después de todo se podría decir que es un escape -Haku sonrió y yo le devolví la sonrisa.
-Ok.
Lenka se acercó a mi y me puso un plato con dos sándwiches y un vaso de leche. Le agradecí y se sentó en la mesa. Comimos muy bien sin decir muchas cosas y pasando bien el rato. Pero en un segundo, Rinto entró corriendo rápidamente a la casa.
-¡Los están buscando! -gritó agitado y Lenka se levantó de su asiento para sederle el lugar a su agotado hermano.
-¿Qué demonios te pasó? -preguntó Len.
-Esa bruja los está buscando... Hay carteles por todos lados con sus caras. La tuya, la de Rin, Kaito, Kiyouteru y Haku.
-Tenemos que huir en cuanto antes.
-Será más difícil. Pusieron a dos guardias en la entrada y salida del pueblo. Incluso ofrecieron doscientas monedas a quienes los encuentren, vivos o muertos... Al parecer los van a enviar a la orca.
-Oh... Es un asunto grave, ¿pero puedes solucionarlo, no Kaito? Haciendo un frijol de invisibilidad.
-No puedo... Necesito tiempo para eso.
-¡Podríamos disfrazarnos! Ya sabes, vestirnos de manera...
-Lenka, ya sabemos que es un disfraz -la interrumpió Len.
-¡Pero es una gran idea! -volvió a exclamar Lenka.
- Bueno, pero ¿Cómo nos disfrazamos? -pregunté yo.
-Tengo una idea... -susurró Kiyouteru.

Narra Len:

Esto era lo más humillante que había hecho en mi vida. Si esto no fuera por Rin y si no me costase el cuello nunca lo haría. Supongo que todos estaban en las mismas, excepto Kiyouteru y mis hermanos mayores. Me ajusté el vestido y me puse unos zapatos, y de igual manera me solté el cabello. Si; estaba vestido de mujer. La ropa de Rin me quedaba bien, sin embargo me sentía raro. Mi rostro era algo afeminado y tenía facciones algo delicadas, sin embargo mi voz y mi actitud no eran tan delicadas como las de una chica. Apenado y sonrojado salí de mi habitación topándome en el camino a Lenka, quién se hecho a reír.
-Jajaja, hermanito, luces exactamente como una chica jajajaja -Lenka estaba tan divertida- ¡Es qué si pareces una chica! Jajajajajaja, ¡me voy a orinar!
-¡No te burles! Recuerda que si pierdo el cuello te arrepentirás -contesté indignado.
-Ok, ok ya me calmo... Al menos tu no tuviste que ponerte peluca, ¿verdad, Kaito?
En eso una chica un poco más alta que yo con el pelo largo azulado se paró a un lado mio.
-¿Kaito?
-Jeje, si, soy yo -dijo apenado.
-Valla, si pareces chica... Te ves bien.
-¿Soy una linda chica? -me preguntó pestañeando y con una voz afeminada.
-Bastante hermosa -contesté riendo y finjiendo también una voz femenina.
-¡Me va a dar un derrame! -dijo Lenka poniendo sus manos en su cara.
-Se ve realmente hermosa usted también -me contestó Kaito siguiendo el juego.
-Gracias -contesté- bueno, ya basta que me vas a hacer traicionar mi heterosexualidad.
-Si jeje.

Narra Rin:

Valla, la ropa de hombre si que era muy cómoda. Debería usar pantalones más seguido. Me corté el cabello a los hombros y lo até en una pequeña coleta similar a la que Len solía usar y me puse su abrigo. Salí del cuarto y en el pasillo estaba Lenka hablando con dos chicas.
-¿Len, Kaito? Jajaja se ven tan lindos -dije riendo.
-¡No te burles! -me gritaron ambos.
-Bueno, bueno, no me burlo. Solo que si parecen chicas... En especial tú Len -dije riendo un poco.
-Al menos me veo precioso...
-Jeje.
A lado de mi se paró Haku y rió igual.
-¡Ya hay que irnos! -exclamó y tomé mi maleta (mejor dicho la de Len) y salimos de la casa, Kiyouteru ya se había convertido en un ave.
Caminamos extrañamente, teniendo encima todas las miradas, en especial Len y Kaito, de los hombres. Sonreí bajo y seguí caminando mientras veía como ambos se sonrojaban.
-Ya vamos a llegar a la entrada del pueblo, recuerden meterse en su papel.
Nos acercamos y pudimos ver a dos guardias. Mierda, tuvimos la mala suerte de que eran los mismos hombres del otro día.
-Buenas tardes, chico tenemos que revisar sus cosas.
-Oh, claro -dije finjiendo una voz masculina.
El chico se me quedó viendo y revisó mi maleta, que había intercambiado con Len. Al no notar nada extraño me la devolvió.
-¿Por qué están buscando a esas personas? -dije apuntando a un cartel donde estaba dibujado un retrato mio y de Len.
-Son criminales de alto rango -me respondió uno de ellos.
-¿Qué hicieron?
-Eso es confidencial -me respondió el otro guardia.
-Ah, ya veo. Bueno, tengan linda tarde -respondí y seguí mi camino.

Narra Len:

Le tocaba el turno a Kaito y después a mi, estaba muy nervioso. Haku y Kaito pasaron sin ningún problema, ya era mi turno.
-Buenas tardes, señorita -dijo uno de esos incompetentes guardias- ¿Me puede permitir sus pertenencias? Es qué por ordenes de la reina estamos vigilando la entrada.
-Oh, claro -respondí finjiendo mi voz.
Me revisaron la maleta y después me la entregaron.
-Bueno, tenga buen día señorita -se despidieron los guardias.
-Gracias.



Dame Tu Mano (Rin X Len Kagamine) TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora