Han pasado los meses y el primero de septiembre termina por aparecer. He de volver a Hogwarts. Con Lucian he aprendido a controlar mi sed, igualmente he aprendido a manejarme con mi nueva condición y todas las ventajas que vienen con ella. De todos modos mi nuevo tutor me acompaña en la estación susurrándome los últimos consejos: si no puedes soportar el aroma, cierra tus fosas nasales; si no aguantas bien la luz del día, quédate en tu cuarto; si estás hambriento ve al bosque, pero no bebas de tus compañeros… Sí, he practicado todo esto, incluso he sido capaz de salir solo por la noche, sin necesidad de que Luc me acompañase, pero sé que él estaba cerca de mí, observándome a través de las sombras… pues ese es otro detalle que he aprendido y es que existen distintos tipos de vampiros, él y yo pertenecemos a un grupo en el que somos maestros de las sombras…
Mis padres no han venido a acompañarme, tampoco es que lleven muy bien el que su hijo sea un vampiro. No pensaron en las posibles consecuencias de llamar a Lucian, en lo único en que pensaron fue que no querían perderme todavía. Mi madre no soporta verme. Desde mi conversión final me he encontrado con ella en muy pocos momentos, dice que mis ojos no son los mismos y que he cambiado demasiado… ya no soy su hijo. Mi padre sin embargo soporta mucho mejor mi conversión, no es que esté encantado, al fin y al cabo ahora soy un monstruo a sus ojos, pero al menos sigue hablándome con toda la tranquilidad que puede reunir.
Pero no puedo dejarme llevar por mis pensamientos, si lo hago puedo bajar mis defensas y no debo cazar en medio de tanta gente, sería demasiado evidente y no sería apropiado. Crabe y Goyle se sorprenden al verme entre los vivos, aunque ellos no sepan que ya no estoy vivo… dejémoslo en que no estoy muerto y será más cómodo. Supongo que no me quedará otra que explicar la historia de un cirujano plástico. Suspiré. Llegaba el momento de partir, la locomotora exhaló vapor y rugió, como una bestia deseando salir de su madriguera, me despedí de Luc con un mero gesto de cabeza y subí a uno de los vagones.
Lo primero que sentí fue el aroma de la madera y el barniz golpeando mi nariz, lo siguiente fue el olor de la sangre, contuve un gruñido de mi garganta y lo recibí con una sonrisa, me llenó por completo. Antes de venir, Luc y yo fuimos a cazar juntos, me sorprendió lo fácil que es convencer a alguien de que te permita beber unas gotas de sangre de sus arterias… supongo que cuando eres tan hermoso como lo somos nosotros es fácil conseguir citas aunque sea en una cafetería… Sinceramente, ahora comprendo por qué Lucian jamás se ha cansado de ser vampiro y siempre se ha preocupado por mantenerse actualizado con el siglo en el que vive… Otro detalle, he de acordarme de no pensar como de inmediato lo haces cuando sabes que serás inmortal, he de intentar no cuantificar el tiempo en siglos, décadas o lustros… Creo que a pesar de estar muerto y haber estudiado más de lo que jamás llegué a imaginar, éste ha sido uno de los mejores veranos de mi existencia… vida.
Algo llamó mi atención, unos ojos ambarinos me estaban observando entrecerrados a través de la ventana de un compartimento, es de día y no puedo controlar todo lo que ocurre en mitad de las sombras, no creo que se dignasen a hacerme mucho caso en estas circunstancias, pero sí me gustaría saber de qué estaban hablando en ese compartimento en particular… El pensamiento se mantuvo cuando entré en el cubículo en el que me esperaban mis “amigos”. Crabe, Goyle, Zabini y Parkinson… ésta última lanzó un grito al verme… supongo que he cambiado algo al fin al cabo como mi madre dijo, sin embargo la mirada de Pansy era de absoluta adoración y deleite. Sí, definitivamente es muy probable que haya cambiado un poco.
- ¿Cómo estás, Draco? – preguntó Crabe.
- Sano como un caballo… - sonreí.
- En serio, ¿estás bien? – preguntó Goyle.
- Totalmente. – Me abstuve de hacer otra cosa que sonreír, mis colmillos estaban bien ocultos y no saldrían hasta que no tuviese necesidad de ellos. – De todos modos, estoy un poco cansado… si no os importa me voy a echar un sueñecito.

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Entre las sombras
RomanceDraco sufre un grave accidente y su única manera de salvarse es convertirse en un vampiro, de todos modos desea regresar a Hogwarts y terminar su último curso... pero lo va a tener muy difícil.