Había dejado la puerta del dormitorio abierta. No quería que los padres de Hermione se pensasen que había pasado nada durante la noche. Por eso no me extrañó ver asomar a la señora Granger a eso de las nueve de la mañana. Se quedó mirándonos unos segundos con una expresión de sorpresa. Hermione estaba profundamente dormida, con un pijama que ella no le conocía, tapada con la manta y abrazada a mi cintura. Yo aún llevaba el traje puesto, salvo por la chaqueta colgada en la silla, tenía el portátil sobre mis piernas y estaba recostado en el cabecero, sentado sobre las mantas.
Hice como que no la veía mientras seguía repasando los balances que Dominique había cargado en el disco duro para que los revisase. Ella carraspeó ligeramente para hacerse notar. Alcé la mirada y le sonreí, al mismo tiempo que llevaba un dedo a mis labios para rogarle silencio. Cerré el portátil, desenlacé las manos de Hermione de mi cintura y me levanté para reunirme con ella en el pasillo, cerrando la puerta con cuidado de que no hiciese ruido.
- Buenos días. – Susurré.
- Buenos días… - Susurró a su vez y me indicó que la siguiese por las escaleras - ¿No has dormido? – Me preguntó cuando llegamos a la cocina.
- Apenas duermo. – Encogiéndome de hombros.
- Pensé, que después del trabajo que te tomaste en remodelar su habitación, la usaría esta noche. – Peleándose con la cafetera.
- Tuvo una discusión con Mike… - Le aclaré, también le quité la cafetera de las manos y me puse a preparar el café con tranquilidad. – No quería dormir… vino conmigo y estuvimos hablando hasta que se quedó dormida.
- ¿Por qué discutieron? – Me preguntó cruzándose de brazos y apoyándose en la encimera.
- Por mí. – Reconocí. Era una estupidez negarlo, probablemente el petimetre le contaría toda la aventura a su madre y ésta se lo diría a la señora Granger a la primera ocasión. Eso si no la llamaba en cuanto fuese una hora decente. – A Mike no le hizo gracia que Hermione y yo estuviésemos juntos.
- Me lo imaginaba. – Negó con la cabeza. – Fue un detalle por tu parte el ser tan comprensivo con él cuando comenzó a decir esas cosas… Hace tiempo que me di cuenta que mi hija no tenía un gran interés hacia el chico, pero su madre se empecinó en meterle en la cabeza al chaval que Hermione y él habían nacido para estar juntos.
- Ya me di cuenta. Pero conozco a Hermione… no le gusta que decidan por ella.
- No. Nosotros siempre le hemos inculcado que debe pensar por sí misma, incluso tenemos en cuenta sus opiniones, sobre todo cuando se tratan de cosas que le atañen a ella. – Explicó.
- Yo me alegro de que la hayan educado así… pero Mike no lo vio de esa manera. – Haciendo un gesto de disgusto. – No fue una discusión agradable para Hermione, por suerte estábamos Isabel y yo para tranquilizarla.
- Tú estás enamorado de mi hija, ¿no? – Mirándome con calma. – Quiero decir… que no la ves como algo pasajero o un simple romance adolescente.
- No, Jean, para mí no es algo temporal… - mostrándole los anillos de mi mano, los mismos que había visto en la mano de Hermione la noche anterior, antes de que nos fuésemos. – Me alegra pensar que ha aceptado casarse conmigo. En cierto modo, quería venir para poder pedirles su bendición…
- Ya me parecía que aquel discursito sobre el matrimonio tenía doble intención. – Se sonrió y me dio una palmadita en el hombro. Se quedó pensativa durante unos segundos. - ¿Me puedes explicar por qué mi hija nos ha querido hacer creer que vuestra relación no es más que una locura de adolescentes? Acabas de confirmarme mis sospechas de que os planteáis algo tan serio como el matrimonio… la conozco y no tomaría una decisión tan importante a la ligera, antes se aseguraría de… experimentar algunas cosas. – Se ruborizó ligeramente. – Además… veo cómo la miras y cómo te comportas con ella... cómo te abrazaba en la cama… Os habéis acostado juntos, ¿verdad? – La miré con cierto sentimiento de culpa. – Soy una madre… tenemos un sexto sentido para esas cosas y… aunque me cuesta pensar en mi hija haciendo… bueno… ¡Sois adolescentes, tenéis hormonas! ¡Es natural!

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Entre las sombras
RomanceDraco sufre un grave accidente y su única manera de salvarse es convertirse en un vampiro, de todos modos desea regresar a Hogwarts y terminar su último curso... pero lo va a tener muy difícil.