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Desde el día que entré en el Palacio, dormí como si estuviera realmente muerta durante aproximadamente un día.

Cuando miré a Edrian alejándose desde mi ventana; no fue hasta que desapareció que me quedé dormida y cuando abrí mis ojos ya era mediodía.

–....

Entreabrí mis ojos lentamente, se sentían pesados por lo que aun tenia suelo. Me retorcí en la manta, sintiendo el toque delicado de la seda.

Ahh... aun no me creo que siga en la cama, estoy feliz

De repente se escuché la puerta, si no hubiese sido por ello probablemente hubiera vuelto a caer dormida, saqué mi cabeza de mi almohada y pregunté quién sería. ¿Quién podría venir a verme? Acaso escuche mal.

–Entra –dije, por la puerta se asomó un muer con cabello castaño claro, cara redonda y ojos marrones.

Entró cortésmente a la habitación.

Oh, así que era Marianne

–Ya está despierta princesa –respondí con una leve afirmación–. Soy Marianne, estaré a cargo de la princesa.

Marianne ahora tendría unos 20 años y aunque no era una belleza excepcional, tenía un rostro bastante modesto y limpio, lo que daba una sensación favorable.

Me incline para levantarme de la cama.

–Mi nombre es Ylenni Susuvia Evorin, espero que nos llevemos bien.

–Oh dios princesa –rápidamente me cortó–, no tienes que hablarme con tanto respeto.

–Oh, pero estoy más cómoda así.

Me froté los ojos y sonreí.

Una de las cosas a las que aún no me había adaptado, era a hablar informalmente con personas mayores que yo, aunque mi hermana Teresa era una excepción.

Nunca hablé informalmente con ninguna criada, ni con Fernandis Cardi quien era mi escolta.

Vi un cambio repentino de actitud hacia mí, pero era inevitable. Esto no era Evorin, sino Bellinger.

Le guiñé un ojo a Marianne.

–Hablaré cómodamente cuando solo estemos las dos Marianne.

–Está bien

Marianne sonrió seguramente por la belleza de Ylenni y asintió como si no pudiera evitarlo.

– ¿Te gustaría levantarte? Debes haber estado muy cansada de recorrer tan largo camino. Ha estado durmiendo durante casi un día.

– ¿Un día?

–Sí, me preguntaba si debería despertarla

Puse los ojos el blanco y mire al reloj en la pared. Calculando, debí dormir aproximadamente unas 20 horas, parece que me volví perezosa desde que caí en este mundo.

Eun Seo tenía una agenda apretada casi las 24 horas del día.

Sacudí mi cabeza, el dinero y la posición era lo mejor para volver a una persona perezosa.

Hice a un lado las sábanas envueltas a mí alrededor y baje los pies de la cama.

–Bueno...

Si dormí tanto tiempo, debería sentirme reanimada, pero de alguna manera no me sentía muy bien-

Ladee la cabeza.

Era un poco extraño haber dormido por todo un día sin despertarme ni una sola vez- Aparentemente estando con Edrian mi condición mejoraba notablemente y e hacia volver a la normalidad.

Técnicas de Seducción de un Algodón de AzúcarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora