Técnicas de Seducción de un Algodón de Azúcar

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Pensé en ello. Cuando esto acabara, ¿qué haría esta persona? Lo analicé en detalle, pero al final elegí la condición más cómoda y finalmente facilité la cláusula.

[Te daré algo que quieras, cualquier cosa...]

—...Sabes cómo tratar conmigo. —Edrian se congeló en sonriendo en un tono frío—. Lamento informarte que estás atada a mí entonces.

[Eso es nuevo...]

Sonreí y lo besé en la mejilla. No pude hacerlo de la manera que quise, así que sñp fue un pequeño gesto.

[Interesante...]

Había una sonrisa de satisfacción en la esquina de su boca.

[Creo que debí iniciar la negociación por el tripartito, ¿no? ]

—No asocies esa pregunta conmigo, porque me siento bien ahora y algo podría pasar...

—Oh basta, ¿crees que él se atrevería a negarte algo? —Sol cortó su argumento. Estaba un poco asustada y sorprendida por lo que pasó.

[No peleen...]

Parece que ha pasado algo grave. Poco después de la exitosa cooperación con Sol, se lanzó el túnel subterráneo. El mago negro adjunto al área de detención fue arrastrado al suelo por el caballero imperial. El proceso de arresto no pareció ser muy pacífico y pocas personas lucían bien. Miré a Sol con nerviosismo.

Tan pronto como trajeron a sus estudiantes, planeó una conversación y verificó la condición de sus estudiantes con horror.

—Entonces Sol...

—Ningún niño murió, ¿verdad?

La pregunta aguda me ponía nerviosa por alguna razón.

—No...

—Bueno, eso es suficiente.

Los ojos oscuros de Sol se lanzaron hacia mí. Sol es una verdadera belleza, aunque se viste modestamente alrededor del cuello, muñecas y tobillos, luce perfecta. Grité por dentro.

Está bien, lo tengo. ¡No intentes esto!

Los ojos de Edrian sobre Sol eran fríos y amargos. Tengo que darle una buena advertencia nuevamente.

[Detén la evaluación de inmediato por favor. Es más un compromiso conmigo mismo]

—Sí, lo sé. —La respuesta llegó tarde. Hice hincapié aún más.

[Si no escuchas lo que digo, no tendremos ningún trato...]

La desafortunada amenaza fue muy efectiva.

—Ylleni. Haces esto porque sabes que no puedo negarme, ¿verdad?

[Quizás...]

Sonreí vagamente. No por esta broma, sino porque Edrian suele ser demasiado débil conmigo. Edrian suspiró y le ordenó a Thiago.

—A excepción de Schmart y Sol Veland, todos los demás serán arrestados y enviados a Barishad, con Rosell a caballo como guía.

—Sí, su majestad.

—Solo retiramos nuestras vigilancias temporalmente, así que si te rebelas, los derrotaremos de inmediato.

Podía sentir la tensión con solo respirar. Fue un comando frío, como una espada. Aunque la crueldad era natural, cuesta creer que se trate de una orden de una persona siempre relajada y generosa. Una forma tranquila pero indiferente, dominante, inexpresiva de hablar, pero aun así... cuando me miró, sus ojos rojos estaban llenos de amor.