81

115 16 0
                                    

—Ah... ¿entonces así luce aburrido? –El conde Iven gimió.

—Seguramente, por eso cada vez que te ríes así en las reuniones, siempre te rechaza...

—Que cooperativa...

El conde Iven parecía algo herido. Clarice sonrió y tocó el hombro de su esposo.

—La próxima vez tendrá una agenda más interesante. Cariño, lo siento.

Uh, creo que lo lastimé de alguna manera. No, puedes decir que era mi culpa en primer lugar. Es culpa del chico por sonreírle así. Es un muro de hierro que golpea todo. Le di una patada bajo la mesa.

La lengua del conde Iven estaba llena y abrió la boca sigilosamente.

—Sí, princesa. ¿Cuándo planeas celebrar la ceremonia...?

—¿Qué?

¿Si? Vi al conde con una mirada perpleja. ¿Qué tipo de ceremonia?

...... no me digas, ¿una boda?

—¿Su Majestad dijo algo más? De hecho, será más fácil para nosotros saberlo incluso cuando es un mal momento para prepararse...

¡Hick!

—Otras palabras...

—El emperador de la generación anterior tuvo una ceremonia entre finales de primavera y principios de verano. ¿Cierto Clarice?

—Tienes razón... pero tu boca es un desastre inoportuno

Clarice se cubrió la boca con un abanico e interrumpió a su esposo. Pero yo lo vi claramente. Clarice pellizcó el trasero de su esposo con una mano feroz.

—... jejeje

Sonreí impotente. Entonces, las palabras del conde Iven parecían significar cuando planeaba celebrar la boda.

***

Al abrí mi boca cuando verifiqué que Sergio y su grupo estaban tan separados como podían.

—Bueno, dijiste que no me harías esperar por mucho tiempo... pero ¿no es mucho... unos dos años, no, tres años como máximo...?

[¿Pero es por tu culpa que la atención a tu alrededor se centre en ti]

¡Pero el... no puede entender mi estado de ánimo! ¡Ahora está coqueteando así!

Rápidamente me escondí en la espalda de Thiago. Ya sea que cuente chismes o diga cosas buenas, no quiero que balbucee de ese modo.

—Oh, Dios mío, ¿realmente dijiste eso, princesa? –Y después de ese pellizco, Clarice parecía más emocionado que su marido ahora.

—Incluso puedes decir ese tipo de cosas. No sabía que estabas allí, no, pero estoy seguro de que la última vez que ibas a morir con esta misión...

***

–Oh, bien. ¿Cómo resultó esta historia tan bien?

–Quiero decir, pueden prometerse dentro de unos años...

Estaba encendido. Fue porque Clarice e Iven comenzaron a asentir con la cabeza con y con caras muy serias dándole paso a más rumores.

–Sí, lo es. Ya se está quedando en el Palacio Imperial. Su Majestad debe haber tenido alguna idea.

***

–Eso fue todo. En realidad, hubo señales hace mucho tiempo. Te lo dije. En ese momento, hace unos meses, en el palacio...

–Se quedó en el Palacio Belly como una rata... Tú eres la que paso frente a ese palacio.

–¿Debería haber visto su cola en el jardín?

Técnicas de Seducción de un Algodón de AzúcarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora