61

125 17 0
                                    

Un poco de suspenso flotó en el aire. Pero Edrian pronto sonrió con preocupación.

—Eso no servirá.

— ¡Por qué!

Fruncí el ceño.

— ¡Dijiste mi nombre al amanecer.....!

¡Pensaste que no lo recordaría, pero recuerdo esa parte claramente!

—No me acuerdo.

Y este hombre hoy colocó una pared de hierro en una parte extraña. ¡Nunca pensé que la pondrías tan alta!

Cerré la boca y lo fulminé con la mirada.

Cuando crees que se ha vuelto un poco blando, se vuelve difícil nuevamente. Después de todo, yo era la que terminaba sacudiéndose y sintiéndose perdida como siempre.

—Solo le permito a su majestad que lo haga. ¿Te vas a negar tan firmemente?

—Si.

.....No me gusta. Tiré de mi cuerpo inclinado hacia atrás.

La cara de Edrian estaba tan rígida y seria como siempre.

¿No está nuestra relación yendo de un lugar para otro debido a esa maldita pared de hierro?

Cuando siento que estoy a punto de llegar a él, me termina alejando en un segundo. ¿Por qué este tipo siempre tira de una cuerda?

Fue entonces cuando Edrian abrió lentamente la boca.

—Me he estado preguntando desde la última vez.

— ¿Qué?

Le respondí secamente. Mi voz no salió bien. Edrian me miró por un momento y preguntó pronto.

— ¿Por qué dices que 'solo yo'?

— ¿Huh?

— ¿Sabes lo que eso significa?

¿Por qué? Porque quiero acercarme a ti....

Pero no quería ser tan honesta. Medio ordené mis ideas y las solté con voz seca.

— ¿Bueno, porque eres guapo?

—...........

—Bien.... y.

Lo miré un poco. Edrian estaba sonriendo un poco. Agarré mi corazón palpitante de nuevo y abrí la boca.

— ¿Porque me gustas.....?

Lo dije como prueba, pero mi corazón latía de forma extraña. Se sentía como si estuviera haciendo una confesión tímida y torpe.

Estoy segura de que lo digo como si siempre lo hago...

—Todavía hablas de eso.

—ah......

—No trato con palabras que no son sinceras, princesa.

Luego, por extraño que parezca, estaba yo, cuyo corazón se hundió cuando Edrian se rio y respondió tan ligeramente.

—......

Cerré la boca con fuerza. Me sentí realmente rara. Yo sólo estaba bromeando.

Edrian ahora me miraba con los brazos cruzados y la cabeza ligeramente inclinada. Con una cara amable y sonriente Estaba brevemente distraída por la vista incluso cuando me sentía mareada. Cómo cautivada por el brillo de aquellos ojos morados

—Yo... —Edrian abrió lentamente la boca—. A veces me pregunto qué estás pensando.

—.......

Técnicas de Seducción de un Algodón de AzúcarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora