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–....!

Pero no sucedió, Sergio no apareció de repente para salvarme.

Tuck.

Una gran mano se posó en el pilar donde me escondía. Me agaché y miré asustada a la persona que apareció delante de mí. Sus ojos estaban deslumbrados por el brillo plateado de la mañana. Un ser claro me miraba fijamente hacia abajo.

No podía respirar y me quedé tiesa.

El hombre con una mano en el pilar y un tono intimidante subió las comisuras de su boca. Era una sonrisa como de leopardo. Murmuró suavemente:

–Cabello rosado...

–...

–Y los ojos azules como el cielo.

Mi mandíbula tembló. Mis dientes se aferraban el uno al otro. El hombre que apareció ante mí y me miró como si estuviera cazando, era un rostro que no conocía. Pero a la vez sí lo hacía.

Tan transparente como como la nieve, cabello platinado y un par de ojos color rubí.

Era el color de Deckarb Bellinger, el villano de "Brisa solo quiere ser feliz". Y Deckarb se parecía a su padre, el predecesor de Bellinger, y el original fue descrito como tal.

Así que este tipo justo delante de mí...

La sonrisa en los labios del hombre se apagó.

El emperador de Bellinger, que es brutalmente asesinado por su hijo en el libro original. Un hombre que se convertirá en el padre de un villano en el futuro se acercó a mí.

–Te tengo. Princesa de Evorin.

–ohm...

Y cuando hablo, grité por dentro.

¡Sergio, maldito bastardo!

***

–Te tengo. Princesa de Evorin.

Fue una verdadera coincidencia que el hombre más fuerte del este de Riker, el 52º Emperador de Bellinger; Edrian Lu Soledo Bellinger, descubriera a la Princesa de Evorin.

En realidad no hizo nada. No fue exactamente un intento de secuestrar a la "princesa" de Evorin.

El propósito de la redada era alertar al arrogante rey de Evorin, si era posible, secuestrar a un familiar real y tomarla como rehén.

Tampoco estaba contento con la redada.

Bellinger era un conocido guardián de la alianza de paz del continente Riker.

Un imperio que rompiera la alianza de paz por sí mismo, era obvio de lo desafortunado que sería.

Pero el comportamiento de Evorin fue tan arrogante que ni siquiera él podía permitirlo. ¿Qué demonios sabes de Bellinger?

El diez por ciento del volumen total de comercio de minerales con Azekien. No lo veía de esa forma pero era un claro robo.

Edrian se rio torpemente. Creo que el reino arrogante entrará en razón cuando tomemos a un miembro de la familia real. Y en ese momento fue una coincidencia fatídica que un cabello color rosa revoloteara frente a sus ojos.

–........?

Un cabello esponjoso de color rosa claro voló de un pilar a otro casi como saltara.

Era una mujer. Una mujer delgada, con un hilo de algodón de azúcar en la cabeza, un bocadillo para los niños.

Edrian observó a la mujer, que, de un modo desconcertante, se colaba entre las columnas y los postes. Era la primera vez que veía como una mujer se movía de manera tan obvia a pesar de que quería ocultar su propio cuerpo, y revisara cada vez antes de echarse a correr.

Técnicas de Seducción de un Algodón de AzúcarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora