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Así que como pensaba, hoy no será un día tranquilo.

El sello en medio de la carta blanca me era muy familiar.

Un sello verde en el que las hojas de sauce se cruzan. Era el símbolo de Evorin.

Mi mano se estiró antes de que mi mente pudiese razonar.

La respuesta. ¡La respuesta de Evorin!

—Dámelo... Vamos.

Edrian me entregó amablemente la carta. Tan pronto como la recibí, me sorprendió el inesperado peso. Edrian dijo lentamente.

—Léelo, y si tienes algo que decir sobre las negociaciones de Grucaman, dímelo. Sin omisiones.

—Sí.

Eso era obvio. Estoy realmente agradecida de que no abriera la correspondencia de un país con el que estaba en malos términos.

Me senté apresuradamente frente a la mesa de té y abrí el sobre.

Por alguna extraña razón, éste estaba muy abultado y dentro había una carta de cinco o seis largas páginas.

Leí rápidamente desde la primera página.

La carta comenzó con "Amada Ylenni". El principio parecía estar escrito por mi padre, con letras redondeadas que llenaban las hojas de la carta con fuerza.

Y mientras leía, mi expresión empeoraba cada vez más.

—...

¿Qué significa esto?

Edrian me llamó al ver mi retorcida expresión.

— ¿Princesa?

—...

Pero no había tiempo para responder. El contenido de la carta de seis páginas fue realmente impactante. Perdí mis palabras y leí una y otra vez ingenuamente.

En la mayor parte del contenido de la carta preguntaban, muy preocupados, por mi bienestar. "¿Cómo es la vida allá?" "¿El emperador de Bellinger te está atormentando?" "¿Sientes algún dolor?"

Pero lo que me sorprendió tanto no fueron esas pequeñas preocupaciones. Abrí mucho la boca ante las bombas que contenían cada una de las seis páginas.

Para resumir los puntos principales, era así:

1. Las negociaciones de la reapertura del canal de Grucaman se están llevando a cabo.

2. Fernandis ha estado involucrado en un accidente.

No sé a lo que se refieren con accidente. Bueno, incluso si no detallan la situación, todos intuirán que lo entiendes. Entonces, un evento subió en primer lugar.

3. Mi hermana Teresa dio a luz.

Bien, ahora escoge entre lo anterior a qué darle prioridad.

—...

Sí, esto, « ¿qué demonios está pasando?» Murmuré aturdida.

—De ninguna manera...

— ¿Por qué? ¿Qué está mal?

El hombre que no me conocía tanto, pensaba que era un alma débil. Ni siquiera me di cuenta de que había alzado mi tono de voz.

— ¡Todo!

—Todo.

Repasé las fechas estúpidamente. Hoy, hoy, « ¿qué día era hoy?»

—...

Técnicas de Seducción de un Algodón de AzúcarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora