Técnicas de Seducción de un Algodón de Azúcar

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La charla sobre la fiesta de Evorin duró horas.

Resulta que la misión de Evorin había llegado un poco antes. Mi padre me dijo que me fuera antes de que la misión estuviera lista. Por eso llegaron tres días antes de lo que deberían haber llegado en la víspera de la ceremonia de bienvenida.

–De alguna manera, fue rápido... ...

No fue hasta que el final de la conversación que pudo decir:

–Entonces, ¿estás realmente bien, princesa?

Por supuesto, Sergio parecía no tener intención de dejarme ir.

– ¿Adónde vas? Quédate con nosotros, Yenni.

Sergio me atrapó tratando de regresar al templo. Y me arrastré fuera de mi camino.

–Eh, no, es......

Pero incluso el Duque de Lebanon y Fernandis tenían la cara de que era natural que me quedara. Era absurdo tener que alejarse cuando ellos venían a buscarme.

Si decía que volvería al templo, todas estas caras estarían a punto de llorar de nuevo, así que fui suavemente arrastrado a las manos de Sergio.

La misión Evorin fue escoltada hasta el Palacio Belly.

Por un momento, me sentí aliviada al ver el jardín del Palacio Belly, que había sido llenado con esmero, cuando recordé que el jardín había sido completamente volcado hasta hace unas semanas.

No creo que haya tomado un día o dos para completar la construcción, pero no puedo creer que sea tan rápido. Nada es tan grande como esto... ...

Y mi plan de quedarme en el Palacio Belly fracasó cuando Edrian lo notó rápidamente.

Él vino al Palacio Belly en persona y me arrebató, diciendo en un tono firme.

–No.

–Bueno, pero sólo dos días.

–Puedes, puedes. –Cuando le pregunté hizo mala cara.

– ¿Por qué tendría que hacerlo?

–Uh-huh. Es verdad, pero la ceremonia de bienvenida...

–No tienes que ir a la ceremonia de bienvenida. –Edrian dijo con agudeza.

–Ya has visto a los enviados, ¿No tienes que ir a la ceremonia de bienvenida verdad?

–Um.......

Resultó que él también lo hizo. No tenías que asistir a la ceremonia de bienvenida porque tu grupo había llegado antes y ya viste lo necesario del duque y su grupo.

Edrian me besó brevemente en la mejilla y dijo tranquilamente.

–Es una posición peligrosa para ti. Sol Veland estará allí, y también los hechiceros de Azekien

–Uhm...

–Si te equivocas, el rey de Evorin puede hacer estallar el Grucaman, así que no.

Habló como una broma, pero no me pareció una broma. De alguna manera es una historia extrañamente creíble...

De todos modos, en conclusión, mi asistencia a la ceremonia de bienvenida pareció ser cancelada.

Tuve que volver al templo sin excusa para el pueblo Evorin.

Y cuando le conté la historia a Clarice, que encontró el templo sin falta, se sintió muy apenada.

–Oh, ya he elegido un vestido que te quedaría bien.