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El caballo estaba corriendo, a una gran velocidad.

No podía respirar, me abracé a Edrian Bellinger y sólo moví las cejas. El suelo estaba demasiado lejos. El paisaje circundante cambió tan rápido que casi me mareé.

Además, mis brazos cayeron a mis costados y me dolía. Era natural que el emperador llevará una armadura dura y angular.

Pero no tenía el coraje de quejarme de ello, ni podía permitírmelo.

Mi destino, ¿hasta dónde iría?

–Lo siento, –gritó el emperador, dándome un fuerte apretón a mis brazos–. ¡Vamos a pasar por el Círculo Mágico! ¡No te recuestes!

Y sólo entonces supe que docenas de caballos y jinetes nos seguían por detrás. El rugido que seguía sonando era el sonido de toda la guerrilla saliendo del suelo.

Apenas abrí los ojos. Vi el círculo mágico.

A lo lejos, había un deslumbrante despliegue de luces. Un círculo redondo grande y extendido sobre dos árboles.

Una extraña masa de luz se arremolinaba dentro de él como una pared retorciéndose. La velocidad no disminuyó en absoluto. Como el emperador acababa de gritar, el Ejército Imperial de Bellinger parecía estar a punto de atravesar ese círculo mágico.

Lo supe instintivamente. Estaba segura de que estará lejos de Evorin si cruzaba ese círculo de magia.

–...!

Y finalmente una ola de luz entró como una marea y golpeó mi campo de visión.

Mis ojos parpadearon, pero unas grandes manos inmediatamente me cubrieron los ojos. La luz se filtraba entre sus dedos y cubría todo de un resplandor.

Una vez salimos sentí muchas náuseas. El grito del emperador resonó fuertemente:

– ¡No se detengan y corran hasta que pisen el suelo de Bellinger!

Finalmente, todo se oscureció.

***

Tenía un dolor de cabeza terrible. Había una leve conmoción.

–No puedo creer que sea tan débil a la magia...

–Entonces, ¿por eso no puede despertar?

–No estoy seguro de ello.

Las voces de la gente zumbaban como si fueran escuchadas a distancia. No había una sola cosa que pudiera ser claramente entendida.

Frustrada. Gemí y abrí los ojos. Pensé que había parpadeado, pero apenas abrí un poco los ojos.

–...!

Después de un largo lloriqueo, mis ojos se abrieron.

Tan pronto como abrí los ojos, mis oídos se hundieron y el sonido a mí alrededor se hizo más claro. Pude escuchar a varias personas tragando su aliento claramente.

Lo primero que vi fueron unos brillantes pies plateados. Levanté mi mirada un poco aturdida.

Ojos caídos y ojos con un brillo de rubí, cabellos plateados, una nariz alta y una boca delgada, una mandíbula elegante y firme.

–Mmmm... que guapo.

– ¿...estás despierta? –preguntó el hombre guapo. Me reí incluso en medio de mi aturdimiento.

Era un hombre tan apuesto que no sólo los famosos, sino también la belleza de Ylenni no podían compararse. Me pregunto si cuantos años tenía.

Técnicas de Seducción de un Algodón de AzúcarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora