Por supuesto, había una delgada línea que ya no permitía a Bellinger ser paciente. El tratado de la alianza de paz ya estaba roto. Al principio Edrian Bellinger era un monarca que no necesitaba ver a otras personas o extranjeros. Él era el gobernante que mantenía al Riker bajo control, pero si alguien se atreviese a rebelarse contra él, podría proclamar extender el territorio hacia el oeste.
Pero, de hecho, ahora no era tan fácil como eso.
Puede ser que Edrian fue generoso la mayor parte del tiempo. Era natural que su país tuviera fama de ser diplomático y misericordioso, como lo fue por primera vez. Si no hago nada ¿seré evaluado como defensor del Tratado de la alianza de Paz del Riker?
La primera grieta en su paciencia y generosidad fue el incidente en que Evorin bloqueó el paso de Grucaman durante dos años.
Cuando su paz se quebró, fue él quien salió y secuestró a la princesa de Evorin.
¿Debió haber hecho solo una amenaza?
Ahora como resultado, Edrian se arrepentía de haber sido impaciente y haber actuado. Murmuró:
–Debí de soportarlo.
No, no debería haber secuestrado a la princesa de Evorin a pesar de que no podía soportarlo. Prefirió escuchar la petición de Evorin entonces.
Así Azekien no habría subido el precio de las condiciones comerciales. Además, Ylenni no hubiera estado en peligro de morir una y otra vez. Y Sol Veland no se habría metido en su cerebro hasta ahora.
Pero, así eran las cosas ahora. Ya ha sucedido y de hecho, aunque estaba aliviado de poder ver a Ylenni, sabía que estaba claramente presente en un rincón del corazón. Ella era la única que había tenido tanta influencia en Edrian, hasta el día de hoy y en el futuro.
Y después de mucho trabajo de su parte, los muros de Edrian se derrumbaron.
El largo dedo volteó el papel lentamente. Sabía que el peso del contenido del documento era inmenso. Era un documento sobre la confrontación entre los tres países que rodean al camino de Grucaman.
Sin embargo, el impulso de acabar con todas las naciones opositoras por la fuerza era un camino seguro, pero no podía permitírselo ahora. Había algo más importante para él que eso. Edrian extendió el borde superior del papel y lo tiró contra el escritorio.
Paso su mano descuidadamente acariciando el borde del escritorio, hasta que encontró el sello del emperador. Un sello de oro puro del tamaño de un puño, que sostuvo rápidamente en su mano. Edrian miró el papeleo, y aceptó el tratado sin dudarlo.
Un lobo purpura que aullaba hacia el cielo estaba claramente marcado en la parte inferior del documento, extensamente. Un montón de documentos que estaban cubiertos. Y el documento que acababa de aprobar revelaba cuan sensible era ahora el dueño de Bellinger.
Con esto...
Edrian Bellinger propuso las negociaciones con los tres reinos.
El lugar era en su imperio, Bellinger.
De hecho, era una sugerencia, pero tenía el peso de una citación. No tenía nada más que decir sobre esto, así que si desean pedir algo más, hágalo ustedes mismos.
A pesar de que estaba envuelto en un tono noble, el interior era obvio.
Deliberadamente era una orden que daba a entender que si querían obtener algo de Bellinger, miraran primeramente su posición y si tenían el suficiente coraje para hacerlo.
–Y si no funciona de esa manera, puedo actuar de manera auto-destructiva...
Nunca había soñado con conquistar el continente, pero creo que no sería malo controlándolo. Edrian se rio y dejo los papeles a un lado, y ahora que ha hecho su trabajo urgente, es hora de ocuparse de lo siguiente.
ESTÁS LEYENDO
Técnicas de Seducción de un Algodón de Azúcar
Fantasy¡Reencarné después de que un bus hiciera de las suyas! La tasa de atropellos es alta, aun más la de accidentes de trafico. Pero ahora que conozco el futuro debo detener los múltiples eventos malos, intente evitar el secuestro de mi hermana... ¿cómo...