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Miré como lucía ese día, guapo y desvergonzado, abrí la boca, así que Edrian no parecía querer explicarme nada más.

Una persona interrumpió mis pensamientos y entonces escuché el sonido de ligero chasqueo de lengua.

—Creo que así llamarás mucho la atención en la calle

— ¿Cómo?

Edrian no respondió.

Sin embargo, le hizo un gesto al sirviente que estaba esperando a su lado.

Pestañeé confundida y vi a Edrian aceptar algo de él.

Era una gran capa negra revoloteando al viento

—Dámelo.

Abrí un poco la boca en sorpresa.

La túnica negra flameo y fue puesta sobre mis hombros. Edrian me cubrió con la capucha de la túnica y abrocho los botones una y otra vez. La cinta fue atada en un moño de una manera tan rápida que me fue imposible seguirla con la vista.

Sólo después de ser fuertemente atada la capucha a mi cuello y completamente cubierta con una túnica negra, Edrian murmuró satisfactoriamente.

— Esto es mucho mejor...

Me miré a mí misma.

El dobladillo de la túnica se superponía con mi vestido blanco, lo que lo hacía un poco apretado, pero no me molestaba.

¿Hay alguna razón para ir de la cabeza a los pies de esta manera?

Bueno, pensándolo bien, para una chica tan hermosa como yo, sería peligroso andar por la calle con un vestido tan lujoso como este.

Desvergonzadamente pensé eso, pero de hecho, el hombre que estaba delante de mí era mucho más hermoso y perfecto.

— ¿Hay algo que deseas o quizás quieras ver princesa?

Unos raros ojos rojos con pelo plateado llamaban aún más que yo la atención Aún más con ese magnífico saco que se ajustaba a su cuerpo.

— ¿El Templo de Arus? ¿La estatua del lobo en la plaza de Yugel? ¿El mural del mito sobre la fundación de Bellinger?

—Oh, el templo. Quiero... verlo. ¡No me refiero a....! —Mi voz llena de vergüenza siguió—. Padre, digo... Su Majestad

— ¿Crees que va a ser fácil perderme?

—No, creo que eres demasiado deslumbrante —dije

¡No, no es porque vaya a perderlo! Espera... ¡Qué dije!

— ¡No es por eso! —grité.

¿No es una locura? ¿Caminarás por las calles con ese traje y rostro al descubierto? Incluso estás huyendo para evitar a Sol, ¿cierto?

El emperador de Bellinger se inclinó, mirando mi cara con una sonrisa.

— ¿Qué pasa?

La túnica era mucho más larga de lo que pensaba, y no era razonable llevar fuera a este hombre sin que tuviera una cubierta como la mía.

Tomé la otra capa y reflexioné un momento, se la di.

— ¡Su Majestad también necesita usarla!

Su expresión se frunció ligeramente. Pero lentamente Edrian aceptó la túnica.

—No creo que sea una buena idea. Pero si eso quieres...

—También ponte la capucha.

Es porque no sabes cuán poderoso es tu rostro.

Cerré los botones uno por uno como él lo hizo por mí.

Edrian tenía una cara ligeramente desconcertada.

Cerré todos los botones o no, y aplaudí satisfactoriamente.

—Jeje. Está listo.

— ¿Tanto querías cubrirme?

—No. Mi gusto es fácil de saciar, pero la situación lo requiere. ¡Además, lo digo por su bien, majestad!

Le respondí bruscamente llevando mis manos a mi cadera. Pude verlo bajo el interior de la capucha medio cubierto haciendo una mueca. Pero Edrian no continuó, aunque con un largo suspiro, murmuró:

—Eres demasiado ingenua.

—Eh... ¿De qué estás hablando? Soy una chica con bastante conocimiento.

—Lo que tú digas...

Edrian ignoró a mi respuesta, y al momento siguiente, una mano de repente se enredó con la mía.

Mis dedos, que estaban ligeramente fríos, se calentaron. Mi corazón comenzó a latir con fuerza y mis mejillas se sonrojaron. Sentí como mariposas revoloteando en mi estómago.

Ya había sostenido su mano más de 12 veces, pero de alguna manera esta vez fue diferente.

¿Por qué mi corazón está tan agitado?

Edrian dijo severamente.

—Es un sitio tranquilo, pero se puede volver algo difícil si vas sola, princesa. La torre, el comercio de minerales. Ten en cuenta que hay manos caminando por las calles, así que no te apartes de mí lado.

-No te preocupes. Estaré pegada a ti. —Respondí rápidamente para ocultar que los latidos de mi corazón.

Aunque el plan se había dado vuelta hacia un desarrollo inesperado, tampoco parecía estar mal.

Una cita mucho más efectiva que tomar té en el palacio.

— ¿Nos vamos ya, querido rehén?

¿Cómo cambio esto en menos de 30 minutos y demoré tres días al comienzo?

Decidí convertirme en la cita de la Edrian hoy haciendo mi parte como secuestrador.

¿Qué tan molesta estaría Sol Veland al quedarse plantada? Por las dudas intentaré no cruzarme con ella.

Y así fue la primera vez desde que llegue a Bellinger, que pude salir del palacio.

Técnicas de Seducción de un Algodón de AzúcarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora