CAPÍTULO 31: EL DE LOS EMBRIONES II

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¡Es un transpositor!


-¡Hola! -saludó RJ entrando en el apartamento, con las bolsas de comida china.

-¡Shhhhhh! -la mandaron a callar Joey, Chandler, Mónica y Rachel a la vez.

Las chicas estaban de pie con una pizarra con tarjetas pegadas a ellas. Estaban claramente nerviosas, por cómo se movían. Ross, a su lado, miraba un cronómetro.

-30 segundos de reloj. Con cinco respuestas correctas ganáis el juego. -dijo Ross, mirando seriamente a las otras dos. RJ dejó las bolsas sobre la mesa y se fue a sentar al lado de Chandler, sin atreverse a hablar por si le volvían a gritar- La ronda relámpago empieza... ¡Ya! -Ross apretó el botón del cronómetro y miró las tarjetas que sujetaba- ¿Cuál es la comida favorita de Joey?

-¡Bocadillos!

-Correcto. ¿Cuántos años tenía Chandler cuando tocó su primera teta?

-¡Catorce!

-No, diecinueve.

-Gracias, hermana. -ironizó Chandler, empujándola levemente.

-Joey tenía un amigo de infancia imaginario. ¿Su nombre era...?

-¡Maurice!

-Correcto. ¿Su profesión era?

-¡Vaquero del espacio!

-Correcto. -Joey sonrió emocionado recordando aquello, pero borró rápidamente la sonrisa al ver la cara de Chandler. Y, aun así, chocó la mano con RJ por detrás de Chandler- ¿De qué trabaja Chandler Bing? -las chicas se pusieron pálidas, quedándose en blanco completamente. En el sofá, Joey miraba con entusiasmo como el pánico se instalaba en el cuerpo de sus amigas. Chandler, por su parte, las miraba indignado.

-¡Tiene algo que ver con números! -gritó Rachel, desesperada.

-¡Y con ordenadores!

-¡Y lleva maletín!

-Diez segundos. Si no acertáis perderéis el juego.

-Tiene algo que ver con la... ¡Transposición! -pensó Mónica, desesperada por acertar.

-¡Oh, oh! ¡Es un transpositor! ¡Transpositor! -gritó Rachel, mucho más desesperada que Mónica. Todos la miraron extrañados.

-¡Esa palabra no existe! -le gritó Mónica, a punto de ponerse a llorar- ¡Puedo adivinarlo! ¡Puedo adivinarlo! -pero Ross paró el cronómetro- ¡Noooooo!

-¡Síííííí! -saltaron del sofá los otros dos, dando saltos de alegría.

-Tías, no os preocupéis. Solo son cien pavos. -les dijo RJ, al ver como estaban a punto de echarse a llorar- ¿Vamos a comer ya?

-¡Mónica se ha jugado su apartamento! ¡Nos mudamos aquí! -le explicó Joey, cogiéndola de las manos para que diese saltos de alegría con él. RJ abrió los ojos muy sorprendida y miró a sus amigas con pena.

(...)

Mónica recogía sus cosas con pena mientras Rachel se había atrincherado en la habitación y RJ se acababa sus tallarines fritos, mirando todo como si de una película dramática se tratase. Joey y Chandler cruzaron la puerta, cargando su futbolín y con una gran sonrisa.

-Me pido la habitación de Mónica. -dijo el moreno.

-No puedes hacer eso. -recriminó Chandler. La habitación de Mónica era la mejor porque era más grande y la más cercana al lavabo.

More Than Friends ;; J. TribbianiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora