CAPÍTULO 18: EL DE LA PLAYA I

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¡El strip poker!


-Bien. Vamos a repasar el plan una vez más. -le dijo RJ, mientras miraba seriamente a Joey antes de bajar la vista al plano del apartamento de los dos hombres que había dibujado- Cuando entre por la puerta principal yo hago que camine hacia aquí, la zona de ataque.

-Donde los sillones. -asintió Joey, mirando concentrado el dibujo.

-Y entonces tú...

-Me pongo detrás de él, lo agarro y me siento en el sillón para que no pueda escapar. Y tú...

-Saco la espuma y la cuchilla para afeitar y le afeito la perilla. Y recuerda. -ambos alzaron la cabeza rápidamente para mirarse, más serios de lo que nunca se habían mirado- Solo tenemos una oportunidad. No podemos fallar.

Habían pasado tres semanas desde aquella noche en que Joey estuvo dispuesto a confesarle su cuelgue. Tres semanas en las que Joey se había esforzado al máximo para no estar raro con RJ. Le había costado mucho, pero había acabado aceptando sus sentimientos para proceder a ignorarlos y continuar con su amistad como si nada hubiese pasado.

Por su parte, RJ era ajena a toda la situación por la que Joey había pasado. Tres semanas atrás se había planteado dejarlo con Sam. Sabía que el motivo era una estupidez, no tenía nada de malo si Sam no quería presentarle a sus amigos o llevarla a su apartamento. Y, aunque no lo admitió cuando habló con las chicas sobre como lo habían alegrado, no se sentía triste por la idea de dejarlo. Era cierto que no llevaban tanto, pero había algo que le impedía acabar de conectar con él y de lo que no se había percatado hasta aquella noche. Durante un instante pensó que se debía a su conexión con Joey porque estar con él era de los mejores momentos de su día. Pero rápidamente desechó esa posibilidad, no queriendo aceptar que pudiera sentirse atraída por él, y lo atribuyó al sentimiento de culpa por sentir que no había respetado su tiempo de luto. Así que se había esforzado al máximo para establecer una conexión emocional con Sam durante las últimas semanas y se sentía orgullosa de poder decir que, en aquel momento, sí le dolería una ruptura.

Pero había algo que molestaba a ambos y que era su principal tema de conversación cuando estaban a solas: la perilla de Chandler. Al principio les había resultado graciosa, algo para animarse cuando se aburrían. Pero en cuanto los chistes se acabaron empezaron a verla con peores ojos. Y todo empeoró cuando Chandler empezó a presumir de perilla. Así que habían hecho lo más sensato: idear un plan para afeitar a Chandler en contra de su voluntad.

-A esta hora debe estar subiendo ya por las escaleras. -dijo RJ, con cierto dramatismo, mirando el reloj de su muñeca.

-Si esto no sale bien, dile a la pollita y al patito que los quiero. -respondió con el mismo dramatismo. Escucharon como la puerta se empezaba a abrir y se dieron una rápida mirada de apoyo.

-Hola. -saludó Chandler mientras entraba a su apartamento y dejaba su maletín sobre el futbolín- ¿Otra vez aquí? -le preguntó a su hermana, quien asintió- ¿Mónica?

La morena había estado ciertamente deprimida desde que terminó su relación con Pete por su obsesión con la pelea extrema. Así que Rachel, Phoebe y ella hacían todo lo posible para animarla. Y era por ese motivo por el que RJ pasaba más tiempo del habitual en el bloque de apartamentos.

-Sí, durante un rato. Pero mira. -le hizo una seña para que le siguiera y caminó hacia donde estaba la tele- Yo digo que se ve como una sombra y Joey dice que no. ¿Tú qué crees?

-Que los fantasmas no existen.

-¿Puedes simplemente mirar la tele y decirme que ves? -Chandler rodó los ojos y se acercó a la negra pantalla.

More Than Friends ;; J. TribbianiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora