Capitulo 10

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Dorian se quedó vagando en sus pensamiento por un rato hasta que Alanna lo golpeó y le dijo que volviera a la tierra, ambos regresaron las conchas al mar pero Dorian guardó la que estaba formada con la mitad de Alanna y de él, sin que ella se diera cuenta que la tomó.
—¿Que harás ahora?—Pregunto Alanna
—No estoy seguro pero tengo hambre, ¿ya almorzaste princesa?—Pregunto Dorian levantándose.
—Por los dioses! Olvide por completo el desayuno, estaba tan concentrada en venir a ver el mar que se me pasó.—Dijo Alanna parándose y sacudiendo su vestido.
—¿Que te parece si hacemos un picnic en este momento?—Dijo Dorian cruzándose de brazos.
—Mmm, solo porque tengo hambre no pienses que somos amigos Dorian.—Dijo Alanna poniendo una mano en su cadera.
—Tu ve a buscar frutas yo pescaré el almuerzo.—Dijo Dorian guiñándole un ojo y lanzándose al mar.

Alanna comenzó a caminar a buscar frutas, mientras tanto Dorian nadaba en busca de pescados para asarlos, noto que los arrecifes de Creta eran muy hermosos y coloridos, no muchos lugares estaban bendecidos con aguas tan hermosas.

Dorian:
[Llevare unos cuantos pescados y cangrejos con eso debe de bastar, buscaré algunas algas para sazonarlas, que bueno que no almorcé con los muchachos así tengo la oportunidad de hacer otra actividad con ella...digo encontrar información concéntrate Dorian.]

Alanna caminaba de regreso con algunos melones y llevaba una cesta con fresas y uvas. Dorian ya había preparado la fogata y los pescados estaban envueltos en algas y los cangrejos estaban asándose. Alanna se sentó cerca de Dorian y sacó un cuchillo.
—Quiero pensar que es para cortar la comida cierto?—Digo Dorian riéndose y moviendo los cangrejos. —¿Por cierto de donde sacaste la cesta?—Dijo robando una fresa.
—Hay ciertos árboles que tienen cestas de emergencias, se te olvida la tuya y vas a los árboles con bandas amarillas y listo.—Dijo Alanna pegándole a Dorian por robarse la fresa. —Ve a lavar las frutas yo cuido los pescados.—Dijo moviéndole al fuego.
—Lo que ordene princesa.—Dijo Dorian llevando la cesta al agua para enjuagarlas.

Alanna:
[Ese tonto, pudo haber usado sus poderes y aún así prefiere llevarlas al mar el mismo me parece lindo eso, es la misma persona que conocí anoche pero comienzo a ver su verdadera naturaleza es muy altanero pero es muy dulce en realidad. Estará tratando de engañarme, ¿será como madre dice que los hombres son?. ¿Si bajo la guardia abusara de mi...?]

—Aquí tienes princesa, ¿está todo bien?—Pregunto Dorian un poco espantado ya que lo veía muy directo.
—Sisi, solo que estaba recordando algo.—Dijo Alanna tomando la cesta y comenzando a picar la fruta.
—¿En que pensabas?—Pregunto Dorian quitando los pescados del fuego y poniéndolos en hojas de palmeras.
—Ah nada! Solo recordando cuando nadábamos con Tártaro.—Dijo Alanna nerviosa.
—¿Quieres revivirlo princesa?—Dijo Dorian fijando sus ojos azules en ella.
—Callate.—Dijo Alanna poniendo su cuchillo en el cuello de Dorian.
—Está bien, lo que tú digas.—Dijo Dorian riéndose con las manos arriba.
—Ya está la fruta, ¿me pasas un pescado?.—Dijo Alanna poniendo la cesta en medio de ellos dos.
—Aquí tienes princesa, bon appétit.—Dijo Dorian entregándole su pescado.
—Hablas francés, que interesante, ¿donde aprendiste?—Pregunto Alanna llevándose un bocado de pescado. —Mmmm, esto está riquísimo!—Dijo Alanna degustando el pescado con las algas.
—Mi madre me enseño, Mónaco no queda tan lejos de Atlantis, disfrutábamos ir a las ciudades costeras, sus playas son bellísimas.—Explicó Dorian. —Que bueno que te guste princesa, receta Atlantiana.—Dijo riendo.
—Que lindo recuerdo, jamás he ido solamente he salido de Creta en misiones, pero todas han sido dentro de Grecia.—Dijo Alanna.
—Es una lástima princesa el mundo tiene tanto para ofrecer, paisajes que jamás podrías imaginar.—Dijo Dorian jugando con su pescado.
—A las amazonas no se nos permite salir de la isla más que para misiones.—Dijo Alanna un poco triste.
—Tendré qué secuestrarte entonces, te mostrare mis lugares favoritos.—Dijo Dorian comiendo una uva.
—Me gustaría verte intentarlo.—Dijo Alanna lanzándole una uva.
—¿Es una declaración de guerra?—Dijo Dorian tomando una uva.
—Nono, no hay que desperdiciar comida, sigamos platicando.—Dijo Alanna levantando sus manos en rendición. —Platícame como es tu vida en Atlantis, tus amigos, tu novia o tus viajes con Tártaro esos me gustarían escucharlos.—Dijo Alanna feliz al recordar a Tártaro.
—Quiero aclarar que no tengo novia, tampoco prometida. Mis amigos se resumen en Profetus y Seth, ambos son hermanos y ellos son mis mejores amigos son mis mejores amistades en los siete mares.—Dijo Dorian terminando su pescado.
—Oh, pensé...que...alguien como tú ya estaría comprometido.—Dijo Alanna nerviosa ocultando su felicidad.
—No, mis padres no me han obligado a un matrimonio ni lo harán, esa decisión es mía solamente.—Dijo Dorian comenzando a comerse el melón.
—¿Como son tus amigos?—Pregunto Alanna cambiando el tema.
—Puesssss, Profetus es la mamá del grupo a pesar de que somos de la misma edad, tiene una personalidad mucho más seria que la mía, es muy callado y frío pero cuando se siente en confianza tiende a ser un castroso de primera pero eso si es la persona más noble que alguna vez haya conocido.—Dijo Dorian. —Y Seth, vaya el es el payaso del grupo, es todo lo contrario a su hermano es el más loco de los tres y es un adicto a las mujeres, le encanta la adrenalina y la atención pero en el fondo también es alguien muy educado, el es menor que Nosotros, tiene 20.—Termino de hablar.
—Suenan como personas muy divertidas de tratar, Profetus es el tipo protector y Seth el tipo juguetón.—Dijo Alanna tomando un trozo de melón. —Y el grandísimo Dorian, ¿qué tipo de hombre es?—Pregunto Alanna.
—El caballeroso coqueto princesa.—Dijo tomando su mano. —Pero puedo ser lo que tú me pidas.—Le dio un beso a su mano.
—Eres un tonto, si eso eres.—Dijo empujando a Dorian. —Gracias por el almuerzo estuvo delicioso, tu compañía no fue tan desagradable por ahora.—Dijo Alanna dándole una sonrisa de lado.
—¿Que quieres hacer ahora princesa? O te gustaría que me retirara ya.—Dijo Dorian comenzando a levantarse.
—No! Siéntate.—Dijo Alanna jalando de la mano a Dorian. —Vayamos a nadar.—Dijo nerviosa.
—¿Ahorita?, no traes la ropa correcta para ello.—Dijo Dorian negando con la cabeza.

Hasta el fondo del marDonde viven las historias. Descúbrelo ahora