----Flashback de Seline----
-Tenemos que hablar...-Dijo una voz vagamente.
-No tenemos nada de que hablar...-Dijo ella a lo lejos.
-Saldré en un viaje...acompáñame.-Agregó.
-¿Porque habría de hacerlo?-Respondió.
-Si todo lo que alguna vez me dijiste es verdad, te esperare en la bahía de las nereidas.-Decia a alejándose.
-Pe...pero porque, porque ahora.-Decia molesta.
-Tres semanas, en la llegada de Hésperis, yo estaré ahí...-Dijo en murmuros.---Fin del Flashback de Seline---
Seline se despertó sintiendo una lágrima asomarse, a su lado en la esquina de una cama se encontraba Alanna sentada moviendo su pierna.
-¿Otra vez ese sueño?-Dijo limpiando la lágrima.
-Si y despierto de nuevo en la llegada de Hésperis, la personificación del ocaso.-Dijo doblando una pierna para apoyarse.
-Sea cual sea tu decisión quiero que sepas que ambas estaremos para ti, incondicionalmente Sel.-Dijo Alanna tomando su mano antes de irse. -La cena esta lista, te esperamos en el comedor.-Agregó saliendo del cuarto.Seline:
[Tenias que estropear mis vacaciones idiota, no pudiste decirlo otro día.]Se levantó de su cama la cual era completamente blanca con dorado, en ella caía un vestido de dormir color malva alilado. Se asomó unos segundos para ver las hermosas vistas que le proporcionaba su habitación, se divisaba toda La Ciudadela de Creta debajo del hierón de Hipólita, el bellísimo mar que lograba entrar a la isla gracias al puerto.
Ya habían pasado dos semanas y media desde que se había retomado el reino de Eren, las hermanas y Seline decidieron irse a pasar un tiempo a Creta en lo que los preparativos para la boda de los padres de Alanna y Marina quedaban listos. Querían quedarse a ayudar pero su madre les pidió a ambas que vieran que las cosas estuvieran bien en Creta después de todos sus días de ausencias.
La habitación tenía columnas antiguas de mármol, no tenía paredes entre ellas más que una sola que era la que llevaba la puerta hacia fuera. Habían cortinas semi transparentes de color arena que colgaban hasta el suelo sirviendo de paredes flotantes. La habitación era en forma de "U" y en el borde de toda esta debajo de las columnas había un pequeño elevado de mármol que servía de barandal, aunque no rebasaba su rodilla.
Salió del cuarto y se dirigió al baño, dejó el agua correr mientras su azulado cabello caía por su espalda. No tardo mucho dentro de la regadera ya que los gritos de Marina la irritaron.
Termino de arreglarse su cabello en una trenza de lado llevando una diadema de flores pintada en dorado. Se puso un vestido del mismo color que sus ojos amatistas pero ligeramente más claro, uno de sus hombros iba descubierto y el final del vestido tenía bordados de Gavdos. Encima de este iba una toga blanca con un acabado corto pero con una cola larga, al final de este llevaba una franja del mismo color del vestido lila, su brazo derecho iba completamente descubierto con un pequeño arreglo de cadenas de oro sobre su hombro.
El otro brazo llevaba una manga abierta con dos moños con la misma tela, en su antebrazo derecho llevaba su brazalete de siempre de tela con amatistas aferradas a este. En su cintura iba un lazo amarrado del mismo color y llevaba unas sandalias color arena.
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Hasta el fondo del mar
FantasyUn romance mitológico que puede terminar en la destrucción de una civilización o en la creación de una nueva era. Hay secretos que el agua transporta mejor que un humano, el mar contiene los secretos de todas las personas que alguna vez han vivido e...