Capitulo 21

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Alanna contó hasta 10 para relajar sus nervios, hizo a un lado sus preocupaciones y solo pensaba en el agua, lo bien que se sentía estar dentro de ella. Las primeras veces que nado con Dorian, con tártaro. Sus emociones comenzaban hacerse más fuertes.

Puso su mano sobre la orilla del mar y comenzó a moverla en ondas hacia arriba y hacia abajo, continuaba recordando con sus ojos cerrados. Un pequeño látigo de agua comenzaba a formarse y a levantarse conforme los movimientos que ella hacía.
—Abre los ojos,nena...—Dijo Dorian susurrándole en la nuca.

Alanna abrió los ojos y vio que había logrado formar un látigo de casi un metro, era delgado pero logró formar uno sin ayuda de ellos.
—Okey ahora mueve tu mano a la derecha lentamente, sigue pensando en lo que sea que estés pensando.—Dijo Profetus viéndola.
—Entendido.—Dijo Alanna.

Alanna levantó un poco más su látigo y comenzó a mover su mano lentamente a la derecha, concentrándose en la voz de Dorian.

El látigo comenzaba a moverse detrás de su mano y ella inconscientemente levantó su mano izquierda creando un segundo látigo.
—Muy bien, no te desconcentres.—Dijo Profetus.

Alanna comenzaba a rotar lentamente con sus látigos de agua, sentía como el agua fluía debajo de sus palmas, la energía que llevaban era asombrosa.
—Ahora intentemos un ataque, sigue rotando pero cuando grite "ya" quiero que muevas rápidamente tus manos y los lances.—Explico Profetus.
—Entendido.—Decía Alanna.

Continuó rotando poco a poco esperando la señal de Profetus, mantenía su concentración intacta y sus látigos estaban bien formados, Alanna comenzaba a quedar cerca de una enorme roca y el solamente esperaba a que quedaran alineados para soltar el ataque.
—¡YA!—Grito Profetus.

Alanna lanzó sus brazos en línea recta y los látigos se dirigieron hacia la enorme roca. Al estrellarse los látigos contra la roca, esta se rompió en pedazos, todos gritaron y aplaudieron.
—¡Lo lograste!—Dijeron ambos corriendo a cargarla.
—¡Me van a tirar idiotas!—Gritaba Alanna en los hombros de Dorian y Profetus.
—Hora de ir al agua.—Grito Profetus.
—¡Oh no, aún no!—Grito Alanna antes de caer al agua. —Malditos idiotas.—Dijo Alanna debajo del agua.
—¿Cuando fue la ultima vez que tomaste el elixir, princesa?—Pregunto Dorian tomándola de las manos.
—Cuando nos atacaron las sirenas.—Contestó Alanna.
—Los nuevos elixires duraban 30 horas.—Explicó Dorian. —¡Alanna está nadando sin el poder del elixir!—Dijo Dorian abrazándola.
—¡Entonces Alanna es completamente como nosotros!—Dijo Profetus emocionado.
—Necesitamos hacer una prueba más hermano.—Dijo Dorian aún con Alanna en sus brazos. —Tenemos que ver si puede nadar a altas velocidades como nosotros.—Agregó.
—Cierto, bueno Alanna una última prueba para ya comenzar a entrenar.—Dijo Profetus.
—¡Hay que hacerlo!—Dijo Alanna emocionada.

Después de varios intentos Alanna no logró nadar a la velocidad que sus amigos, ni un poco lograba acercarse, suspiró de coraje y cansancio después de varios intentos fallidos. Los tres se dirigieron a la superficie para retomar su entrenamiento para manipular el agua.

Alanna:
[Al menos debo poder hacer esto, mi padre es uno de los mejores hechiceros del mar y yo como su hija debo dominar este arte místico, mis amigos están aquí arriesgando su vida por mi. Debo lograr conjurar ese hechizo...la marca ya comienza a crecer.]

Profetus con ayuda de Dorian formó un cuadrilátero para entrenarla, pusieron postes para cerrar su área de entrenamiento.
—Okey Alanna, veamos que puedes hacer en tierra.—Dijo Profetus vendando sus nudillos.
—Ten cuidado.—Dijo Dorian saliendo del cuadrilátero.
—Tranquilo hermano, no la lastimare.—Dijo Profetus preparándose.
—Me refería a ti, no te confíes.—Dijo Dorian riéndose de su amigo. —¡Vamos nena!—Grito Dorian aplaudiéndole.
—¿Estás listo Profetus?—Dijo Alanna terminando de vendar sus nudillos.
—¡Comencemos!—Dijo Profetus con entusiasmo.
—¡Vamos Ally!—Gritaba Marina sentada con Seth.
—¡Venga hermano!—Gritaba Seth emocionado por ver la pelea.

Hasta el fondo del marDonde viven las historias. Descúbrelo ahora