Capitulo 20

33 10 2
                                    

Los minutos iban pasando hasta que se convirtieron en horas, Marina dormía y Seth estaba a su lado en todo momento. Dorian se había recostado junto a Alanna a descansar, y Profetus se encontraba entrenando en el mar.

 Dorian se había recostado junto a Alanna a descansar, y Profetus se encontraba entrenando en el mar

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Formaba enemigos con sus poderes y atacaba despiadadamente con su arco y flechas. Se sentía molesto por la inmadurez de su hermano.
—¿Que atormenta tu mente Profetus?—Pregunto Ademia nadando hacia el.
—Seth y su inmadurez, actúa de manera hipócrita con Marina.—Decia Profetus tensando su arco al blanco.
—Seth simplemente se sentía responsable, ella arriesgó su vida por el, quiso regresarle el favor.—Dijo Ademia. —No será que estás sintiendo celos de tu hermano.—Preguntó.
—No digas tonterías Ademia, el amor no está en mis planes.—Dijo Profetus viendo hacia la superficie con tristeza.
—Te aconsejó mantener tu guardia abajo, podrías sorprenderte.—Dijo nadando lejos de ahí.

Dorian y Alanna ya habían despertado, estaban jugando en la orilla de la playa. El la tomaba de la cintura para besarla y Profetus veía como reían; quería tener eso pero el amor no estaba destinado para el y nado lejos de ahí.

Marina comenzaba a despertarse y vio a Seth sentado frente a ella. Estaba recargado sobre una roca durmiendo. Ella trató de levantarse pero su herida lo impidió.
—Despertaste.—Dijo Seth abriendo los ojos.
—¿Alguien tiene que cuidar tu apestoso trasero, no?—Dijo Marina tocando su estómago.
—Cuidado.—Dijo Seth acomodándose su cabello. —¿Tienes hambre?—Dijo ofreciéndole un pescado asado.
—Gracias.—Dijo tomándolo.
—Marina yo...quería hablar contigo.—Dijo Seth nervioso. —Te juzgue mal y te debo la vida.—Agregó.
—No pasa nada Seth, tuviste tus razones para desconfiar. Tal como ahora tienes razones para confiar en mi.—Dijo sonriéndole.
—También quería decirte que nos coordinamos muy bien...allá en el mar.—Dijo Seth riéndose.
—Claro tan bien que termine con una flecha en mi estómago.—Dijo Marina riéndose con el.

Comenzaron a platicar un poco mientras Marina comía. Alanna los veía a lo lejos y sonrió al verlos. Dorian notó que estaba perdida y volteó a verla.
—¿Qué ves princesa?—Pregunto Dorian jugando con la arena.
—Nada solo que Marina ya despertó.—Dijo Alanna regresando su vista a él.
—Me alegro que Chango haya despertado, ¿deberíamos ir a verla?—Pregunto Dorian.
—Noup mi querido príncipe, debemos quedarnos aquí, Seth la puede cuidar.—Dijo Alanna sonriendo malévolamente.
—Que estarás planeando Alanna.—Dijo riéndose.
—Nada, terminemos de caminar, después deberemos irnos a la acrópolis en la madrugada.—Dijo Alanna corriendo.
—¡Vuelve aquí!—Grito yendo atrás de ella.

Profetus salía del agua y sintió una sensación de rabia al ver a su hermano con Marina riendo juntos. Se sentó separado de ellos para no tener que soportarlos.
—¿Están todos listos?—Dijo Dorian comenzando a recoger los sacos.
—Vamos a patear traseros mitológicos.—Gritaron al unísono Seth y Marina.
—Oh no, tú estás en reposo hasta que esa herida se cure.—Dijo Alanna regañandola.

Marina le torció los ojos a su hermana, Dorian río y pidió que los demás se subieran y que estuvieron listos para montar en cuanto subieran a Marina. Seth se ofreció a llevarla ya que Garos era el más grande para montar y podría ir acostada. Dorian le dijo que le parecía bien eso.
—¿Te ayudo a cargarla?—Preguntó Dorian.
—Yo puedo...gracias, solo necesitaré que traigas sus cosas.—Dijo Seth amablemente.
—Claro, dile a Garos que se acerque y usa tus poderes para subirla.—Dijo Dorian admirando como no se quería separar de ella.

Hasta el fondo del marDonde viven las historias. Descúbrelo ahora