Capitulo 1

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En alguna parte del Reino de Atlantis, Dorian se encontraba montando a su tiburón en una carrera en contra de los hermanos Profetus y Seth. Este par habían sido sus mejores amigos desde tiempos remotos, los tres habían sido criados como hermanos dado a la cercanía de sus padres, ambos muy guapos pero opuestos en todos los sentidos, el trío fantástico había madrugado con tal de poder hacer estupideces desde tales horas.

Profetus es el mayor con 21 años, con un porte muy serio y de gran apariencia, tenía el cabello un poco ondulado y oscuro, también una bien cuidada barba que le sentaba con su mandíbula, era alto y con un cuerpo atlético. Sus ojos eran marrones oscuros y profundos, su personalidad siempre era escéptica y estratégica, aunque también tenía sus momentos de diversión.

Seth es el menor con 20 años, este era rubio, alto y de muy buen cuerpo. El es demasiado bromista y muy competitivo, un hombre demasiado popular entre todas las jóvenes atlantianas; siempre vive en problemas con su hermano gracias a sus letales aventuras o por que es corrido de alguna taberna por iniciar peleas.

El castaño dio la idea de salir a montar por los arrecifes en las afueras del reino, este lugar era muy hermoso y pacífico para pasear, tenía un pasto deslumbrante de algas de color verde claro y por encima siempre veias nadar a todos los pescaditos cerca de sus coloridas anémonas; el testarudo de su hermano llevaba toda la manana molesandolo en que salieran en busca de una dosis de adrenalina, algo estúpidamente arriesgado y con sus audaces palabras convenció a Dorian tambien y el inocente recorrido se convirtio en una carrera en las corrientes del Este; estas corrientes eran muy peligrosas, eran demasiado veloces y si nadabas con descuido saldrias disparado por la presión que esas corrientes llevaban, el único animal capaz de poder moverse con tranquilidad en ella, eran las tortugas gigantes, su enorme caparazón las protegía de la presión. Al príncipe se le hacía imposible rechazar un desafío especialmente viniendo de Seth, él opinó que el que perdiera debería andarse desnudo en toda la corte durante la siguiente junta en el palacio, Profetus se echó a reír de estos dos; por otro lado Seth lo encontró como algo extremadamente divertido.                                                       —Espero que se haya estado ejercitando su majestad, por qué necesitará verse esbelto para la corte.—Dijo Seth insinuando que Dorian perdería.                                                                                               —Espero que tu orca sea tan rápido como tu boca.—Dijo Dorian burlándose de él. 

 —Silencio...yo los haré comerse mi polvo sirenitas.—Profetus agregó animado jalando las riendas de su hipocampo, Ademia.

Pidieron a un grupo de animales que iban cruzando, golpear un géiser para dar inicio a la carrera. Al escuchar el estallido la orca, el tiburón y la bella hipocampo de Profetus salieron a gran velocidad, ninguno de ellos planeaba perder, se hacen todo tipo de bromas con tal de reírse del que perdiera. La orca de Seth podía ser grande más no era tan veloz como la hipocampo de su hermano, el tiburón de Dorian era muy ágil y se las arreglaba para rebasarlos, Seth golpeó desde atrás a Dorian provocando que el tiburón fuese arrastrando por la corriente y en cuestión de segundos ambos eran arrastrados por la corriente. —¡Tártaro! ¡Cuidado! ¡muévanse, no puedo controlarlo!—Exclamó Dorian tomando las riendas de Tártaro. —¡¡Estupido vienen hacia nosotros!!—Enfadado gritó Profetus. —¡Mierda! La corriente nos está succionando, pierdo el control—Dijo Seth tratando de tomar las riendas de su orca. —¡¡Imbeeeecil!!—Gritó Profetus antes de golpearse.

Los hermanos y Dorian perdieron el control de sus compañeros, todos salieron disparados a presión de las corrientes, los hermanos chocaron entre ellos y la fuerza de impacto los lanzó del lado derecho hacia el campo de algas, donde quedaron inconscientes. Dorian seguía montado cuando el impacto lo empujó hacia el lado contrario a ellos, unos segundos más y se estrellaban contra una columna de piedra, Dorian no permitió que Tartaro sufriera ningún daño y se mantuvo firme sobre él, hasta que encontraron el equilibrio de nuevo. —¿Dónde estamos Tártaro?—Preguntó Dorian telepáticamente a su tiburón. —No conozco estas aguas Dorian, nademos un poco hacia a la superficie, no estamos tan lejos de ella.—Dijo Tártaro nadando a la superficie. —Qué golpe, sigo mareado amigo.—Dijo Dorian rascándose la nuca. —Me sorprende lo estupido que es Seth, aunque sí fue un buen golpe de adrenalina.—Dijo divertido Dorian. —Ustedes dos terminarán lastimados si siguen comportándose como niños.—Regaño Tártaro a Dorian. —Por cierto, voltea hay una isla ahí.—Dijo Tártaro aliviado. —¡Vayamos!—Exclamó Dorian jalando las riendas de su amigo.

Conforme se acercaban, la isla creció en magnitud, hermosa y con una gran arquitectura que te permitía ver sus mercados y sus hierones apilados uno tras otro. Una vista magnífica con el sol en su mejor punto resaltaba sus magníficas montañas en el fondo de la isla, todo era tan paradisiaco.

Lograron divisar la orilla de la isla y a gran velocidad llegaron a ella, veían un bosque a unos metros de la orilla, una apertura en media luna formaba una entrada, todo lo demás eran riscos y precipicios. Al acercarse escucharon gritos provenientes de uno de los riscos que habían visto camino ahí, ambos voltearon viendo un grupo de chicas empujar a otra chica hasta que esta resbaló y cayó al vacío, llevaba sus manos atadas y sus ojos vendados, una ola de responsabilidad inundó el cuerpo del príncipe.

Tártaro leyó los pensamientos de Dorian y se sumergen a gran velocidad en dirección de la chica, faltando unos metros bajo de su tiburón y con fuerza se impulsó hacia la chica en un intento de llevarla a la superficie.

Una vez que se encontraba cerca de ella se quedó atontado con la belleza que está poseía, su cabello bajo el agua era cobrizo y su piel del color de la arena, una obra de arte pensó él, estaba tan ocupado apreciando la hermosura de la chica, que ignoro por completo que ella estaba nadando con una daga. Ella lanzó el primer golpe moviéndose rápido a pesar de estar bajo el agua, Dorian nado hacia atrás esquivando con gran facilidad, inmediatamente se posó detrás de ella, inmovilizándola al golpear su muñeca haciendo la daga caer para el tomarla. Guardó en su cinturón el arma mientras sujetaba a la chica con sus manos detrás de su espalda, su brazo izquierdo la tenía enreda junto el.

La chica intentó múltiples veces librarse de su agarre pero él la supera en fuerza y la tenía sometida en sus brazos. No había manera de que ella pudiera zafarse de esa posición y el oxígeno comenzó a agotarse una vez que él presionó su estómago con fuerza. —Ríndete y te llevaré a la superficie.—Dijo Dorian apretándole más la cintura.

Antes de que ella pudiera decir una palabra un escuadrón de amazonas los rodearon con arcos cargados, las flechas entraron de una en una al agua rozando al joven atlante forzándolo a subir a la superficie y este nado con la chica en sus brazos. —Intruso, identifícate.—Ordenó una amazona alta y de tés morena. —No tengo porque dirigirle alguna palabra, ustedes se han atrevido a agredirme sin razón alguna.—Argumentó Dorian. —Llévenlo con el consejo, esto sera divertido.—La misma amazona dio la orden fríamente.
—¡No puedes hablarme así!—Exclamó Dorian molesto por la falta de educación. —Claro que puedo.—Contestó ella.

Otra amazona golpeó su nuca con un bastón haciéndolo caer inconsciente en la arena, lo sujetaron con sogas y pusieron un saco en su cabeza para tapar su vista. Las amazonas lo llevaron hasta La Ciudadela, para mostrárselo a su reina y a todo el consejo.

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Holaaa!! Espero y hayan disfrutado este capítulo, ya los siguientes capítulos serán un poco más largos nada mas los primeros fueron cortos 😔

Ojalá les guste y por favor ayúdenme con sus votos me importan demasiado, así sabré si en verdad les esta gustando mi obra 🥰

Pronto subiré otros capítulos, los amooo y gracias por leer !!

Love, Nattt🤍

Hasta el fondo del marDonde viven las historias. Descúbrelo ahora