Cuatro días habían pasado desde que Dorian y Alanna se había comprometido, aún era un secreto no se lo habían contado a nadie. Kristaphoros e Hipólita se irían dentro de tres dias a su luna de miel y el rey padre Fergus se quedaría al mando momentáneamente; estaban esperando que el traspaso de poderes se cumpliera con éxito.
—Buenos días amore mío.—Decia Alanna despertando a Dorian con el desayuno en la cama.
—Definitivamente puedo acostumbrarme a esto.—Decía recorriéndola con la mirada y besándola cortamente en los labios.
—Traigo noticias de Gavdos.—Reía llevándose un pan tostado a la boca.
—Es una delicia, gracias por traer esto de Creta...—Decía saboreando el pan. —A ver te escucho, chisme matutino.—Decía bebiendo su jugo.
—Sel le dejó una nota a tu tío la mañana después de la boda y resulta que se escapo en un viaje con Profetus.—Decía Alanna viendo como Dorian se ahogaba.
—¡¿Como dices que dijiste?!—Exclamo Dorian sorprendido.
—Tal cual escuchaste, al parecer se escapó en la mañana, Seline le pidió que no la fuese a buscar, que tenía muchos problemas internos que debía superar sola y necesitaba espacio para hacerlo.—Decía Alanna llevándose otro bocado.
—Eso explica su comportamiento extraño estas ultimas cuatro semanas.—Decía Dorian calmándose. —Solamente espero que este aislamiento le sirva a Profetus para entenderla finalmente.—Agregó.
—Tengo entendido que fue Profetus quien propuso eso, ella me lo confesó antes de regresarnos de Creta.—Agregó retirando los platos.
—Vaya, ya era tiempo y Marina, ¿cómo se siente?—Preguntaba Dorian palmeando su regazo.
—Muy bien, Seth le ha estado aliviánenlo sus responsabilidades como princesa y la ha estado guiando.—Contesto recostándose en las piernas de él.
—Ya que todos se encuentran bien creo que ya es momento de preguntarte una última cosa más, mi princesa.—Decía en suspenso jugando con su cabello.
—Dispara.—Contestó ella.
—Vayámonos de viaje nosotros solos, quiero mostrarte todos los siete mares y todo lo que el mar tiene para ofrecer, nuestra cultura, tradiciones, monumentos.—Decía Dorian emocionado. —Quiero mostrarte también los grandes santuarios del mar, quiero que desarrolles aún mejor tus poderes princesa, que tengas las mismas oportunidades que yo tuve.—Agregó.
—Vayámonos, amore mío.—Contesto Alanna levantándose. —Quiero conocer mejor tu mundo en orden para conocerte aún más a ti, sería un gran honor el que vayamos a los grandes santuarios del mar.—Agregó sentándose sobre su regazo.
—Tal vez si corres con chance hasta podrías regresar con tu primera runa.—Dijo guiñándole un ojo mientras tomaba su cintura.
—Reto aceptado, Atlante.—Dijo riéndose de él.
—¡No me llames así!—Regañaba Dorian.
—¿O que?—Contesto altanera.Dorian se avalanzo sobre su cuello haciéndole cosquillas hasta tumbarla en contra de la cama y continuar hasta que la ojiverde gritara entre sus carcajadas.
—En alguna parte del océano Atlántico—
Se encontraban montando a Ademia por todo el canal submarino hacia el norte, ambos iban sin dirigirse la palabra a pesar de que ella venía abrazada a él.
—Específicamente, ¿a donde vamos?—Decía rompiendo el silencio.
—Me sorprende que no te hayas dado cuenta a estas alturas.—Contesto el sin despegar la mirada de enfrente. —Nos dirigimos hacia el reino de Hados.—Agregó.
—Pero para llegar a Elpida pudiste haber tomado cualquier de los portales qué hay en Eren.—Resoplo confundida.
—¿Quien dijo que nos dirigíamos a Elpida o es que acaso extrañas tanto a tu queridísimo hada Aristeo?—Pregunto sonando fastidiado.
—Eres un pesado pensé que este viaje era para quitar ese nombre del panorama.—Dijo ella soltando su torso. —A donde estas planeando ir entonces.—Agregó recargando sus brazos detrás de su espalda.
—Axía.—Contestó con una pequeña risa.
—C...con los d...dragones.—Tartamudeó casi cayéndose de la hipocampo.
—El portal de Axía se encuentra cerca del mar de Barents, pasaremos la noche en alguna posada en Arktos.—Explicaba fríamente.
—Pero con una condición Profetus.—Dijo rígidamente. —Dormirás en la misma habitación que yo y no está a discusión, ¿entendido?.—Agregó.
—No estás en posición para demandar algo, Sel.—Contesto el.
—Entonces nuestro viaje se acaba aquí.—Dijo abriendo un portal con su mano.

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Hasta el fondo del mar
FantasiaUn romance mitológico que puede terminar en la destrucción de una civilización o en la creación de una nueva era. Hay secretos que el agua transporta mejor que un humano, el mar contiene los secretos de todas las personas que alguna vez han vivido e...