El rey Dorothes dejó sus gafas y se levantó de su escritorio para saludar a su viejo amigo, la reina Amara hizo lo mismo nadando detrás de él.
—Entonces ella es la famosa Hipólita, no habíamos tenido el placer de conocerte en persona.—Dijo el rey Dorothes besando su mano.
—Es un gusto su alteza.—Respondió Hipólita.
—Llámame Dorothes, insisto. Ella es mi querida esposa, Amara.—Dijo acercándola con su brazo.
—Un gusto, eres aún más hermosa en persona.—Dijo saludándola de beso.
—El gusto es mío Amara.—Dijo sonriéndole sonrojada.
—Por favor siéntense.—Señalaba la mesa de centro que tenía.Los cuatro se sentaron en la mesa alargada que tenía, la mesa era hermosa y de madera. Tenía un mapa tallado de todos los océanos y los siete reinos, también se lograban ver los templos de los Grandes maestros.
—Supongo que ya le platicaste lo que discutimos en la mañana.—Pregunto Dorothes sirviendo copas de vino.Kristaphoros asintió y tomó la copa que le ofreció, ayudó a pasar las demás copas a sus parejas.
—¿Que decidiste?—Dijo tomando de su copa.
—Ambos estamos de acuerdo en destronar a Killar, Eren es mi reino y no permitiré que más personas sufran su dictadura.—Explicaba.
—Mandaré a llamar a Almendros.—Dijo sin más levantándose.Escribió en un trozo de papel y con agua lo hizo transformarse en burbujas que salieron de la habitación en dirección a su casa.
—¿Quien es Almendros?—Murmuro Hipólita.
—Es el mejor amigo de Dorothes y es también el comandante de la naval del reino, el y Nila son los padres de Profetus y Seth.—Explicaba.
—¿Ellos son amigos de las niñas?—Seguía murmurando.
—Si, ellos son mejores amigos de Dorian y ellos estuvieron en la pelea contra Hécate protegiéndolas.—Decía en murmuros.
—Almendros viene ya en camino, propongo que lo esperemos para planear juntos el ataque.—Opinaba sentándose Dorothes.
—Mientras esperamos, me gustaría felicitarte Hipólita, tus hijas son realmente maravillosas, cada una tiene un brillo único.—Platicaba Amara.
—Espero que no te estén causando molestias ninguna de las dos.—Decía entre risas.
—Tonterías, al contrario ambas son las que controlan a los muchachos y les salvan el pellejo constantemente.—Decía uniéndose a su risa. —Son mujeres realmente fuertes, las educaste bien.—Agregó.
—Muchas gracias Amara, digo lo mismo del tuyo.—Chocaron ambas sus copas. —No he tenido el placer de conocerlo a fondo pero es realmente inteligente y fuerte, me lo demostró el día que partieron.—Agregó.
—Muchas gracias Hipólita.—Le sonrió Amara.Ambas comenzaron a establecer una plática con preguntas básicas para conocerse, estuvieron haciendo tiempo de esa manera. De vez en cuando Dorothes entraba a su platica porque le parecía fascinante que finalmente estuvieran conociéndola.
—Entonces ustedes tres se conocen ya de tiempo.—Preguntaba Hipólita.
—Si, Dorothes es mayor que yo pero Amara es de mi misma edad.—Asentía. —Dorothes es de mis amigos más íntimos y gracias a él conocí Almendros, los tres llegamos a pelear codo a codo hace muchos años.—Agregó.
—Tiempos buenos cabe recalcar.—Exclamó Dorothes.
—¿Y a Amara?—Preguntaba.
—Bueno Amara y yo somos amigos desde muy pequeños, Gavdos y Eren son reinos vecinos.—Explicaba —Gracias a la relación de nuestros padres fue que se creó la nuestra, se podría decir que crecimos como familiares ella y yo.—Comentaba riéndose.
—Tanto que solías poner jalea de medusas en mis zapatos.—Dijo Amara riéndose.
—El pasado es pasado Amará, por cierto, ¿cómo está Nix?—Dijo negando y tomando de su vino.
—Creo que Hipólita la amaría, y bien más unidas que nunca, ella es mi compañera es una medusa rosada.—Explicaba volteando a verla.
—¿Compañeros? Eso no es costumbre de Eren, ¿cierto?—Dijo volteamos a ver a Kristaphoros.
—No, los compañeros son un ritual espiritual Atlantiano.—Interrumpió Dorothes. —Nix, fue un regalo de compromiso.—Agregó.
—Ella tenía cinco años.—Interrumpió Kristaphoros riéndose.

ESTÁS LEYENDO
Hasta el fondo del mar
FantasyUn romance mitológico que puede terminar en la destrucción de una civilización o en la creación de una nueva era. Hay secretos que el agua transporta mejor que un humano, el mar contiene los secretos de todas las personas que alguna vez han vivido e...