Capitulo 3

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Tártaro al cumplir su cometido, rondo a ambos para asegurarse que ninguno fuera a escapar y no les quedara de otra más que estar juntos en ese preciso momento. Dorian tiro una mirada asesina al inocente tiburón y este río sumergiéndose a las profundidades dejándolos varados en mar abierto. —Es mi imaginación o se ha puesto roja princesa.—Preguntó Dorian tratando de ocultar su nerviosismo. —¡Imbécil! Es por la luz del atardecer, se refleja en mis mejillas, y ¿se puede saber qué haces tan cerca de mi? Me llega tu olor a pescado...—Exclamó Alanna en risa. —Qué lenguaje, tan educado para una princesa. Pienso que necesitas una lección de modales.—Dijo Dorian antes de lanzarle una bola de agua a la cara. —¡Oye! Eso es injusto.—Dijo Alanna arrojándole agua a la cara. —¿Injusto porque? No es mi culpa que no puedas controlar el agua princesa.—Bromeo Dorian. —Vayamos a tierra y veamos quien es mejor.—Agrego Alanna sabiendo que la tierra es su campo de pelea.

Ninguno de ellos se había dado cuenta de la ausencia de Tártaro, Dorian intentó comunicarse con él y lo único que pudo escuchar fue "me aburrieron, disfruta tu pelea", el Atlante río al saber lo que su tiburón pensaba. Ambos jóvenes tendrían que nadar hasta la orilla ya que habían sido abandonados en mar abierto. —Espero que sepas nadar princesa, estamos a varios kilómetros de la orilla, aunque hay un camino corto...—Dijo Dorian con un tono un tanto coqueto. —Sea lo que sea no quiero, viniendo de ti probablemente sea algo que involucre estar pegada a ti.—Dijo Alanna comenzando a nadar. —Sabía que dirías algo así, por eso mismo no pedí tu permiso.—Explicó creando una ola y tomándola en brazos.

Creó una ola que los elevó sobre el agua, llevaba a Alanna junto a un costado suyo, él se concentraba en el control del agua hasta que el reflejo de la pelirroja llamó su atención, estaba asustada y sorprendida al ver cómo estaba parada sobre el agua, para el era de lo más normal pero para ella era todo un mundo nuevo. Noto el pie de Alanna resbalarse y sin pensarlo la jalo pegándole por completo a él y la abrazó acortando sus respiraciones. —Gr..gracias.—Dijo Alanna sin apartar la mirada de sus pies. —¿Disculpa?, ¿Podrías repetirlo, por favor?—Dijo fingiendo estar sordo Dorian. —Imbécil.—Dijo Alanna torciendo los ojos. —De nada, princesa.—Dijo en voz baja.

Alanna suspiró y brincó cuando vio que la orilla ya estaba debajo de ellos, no podía aguantar estar ni un segundo más de lo necesario cerca de él. Se acercó a uno de los árboles que daban a la entrada del bosque que estaba frente la orilla de la playa. —¿Qué buscas?—Preguntó Dorian con sus brazos en la cabeza. —Esto.—Dijo Alanna sacando una lanza del árbol. —Claro, pensé que olvidarías la pelea y me invitarías a pasar la tarde contigo princesa.—Dijo Dorian acomodándose su cabello rubio. —No lo olvide, te mostraré que puedo ganarte en una pelea, ¿que arma usarás?—Pregunto Alanna. —No necesito ninguna, pelearé sin armas.—Dijo Dorian tranquilo flexionando sus brazos detrás de su cabeza. —Y por cierto, ¿cuál es la prisa de demostrar que puedes ganarme?—Dijo él analizándola. —Las amazonas tenemos armas por todas la isla y usamos los árboles, arbustos y piedras para guardar todo tipo de armas. Nunca sabemos cuándo serán necesarias así que estamos preparadas siempre.—Explicaba Alanna. —Necesitas un arma no seas tonto y es para demostrarte que soy mejor que tú.—Alegó Ella. —Si eso deseas princesa.—Dijo haciendo una reverencia y levantando su brazo derecho hacia el mar.

Dorian había levantado su brazo para conjurar un bastón, del agua salió uno y al tocar su mano se convirtió en un bastón de metal, un poco más largo que él y tenía símbolos atlantianos tallados por todos lados, inclusive tenía pequeñas gemas azules en él como pequeños zafiros y perlas. —Vaya pero si era de esperarse, eres todo un mago.—Suspiro Alanna. —Tengo una idea, hagamos un cuadrilátero el primero en pisar fuera de él, pierde automáticamente.—Dijo Dorian. —Me parece bien, no puedes lanzar arena a la cara de tu oponente y mucho menos usar agua en contra de ella.—Insinuó la amazona. —Esa regla me sonó muy específica princesa, te daré una que otra lección.—Rio el tomando su pose de combate. —Comencemos Atlante.—Dijo Alanna tomando su pose de combate junto a su lanza.

Alanna se acomodó con ambas piernas separadas y flexionada sujetando firmemente la lanza dorada que tenía en sus manos, mientras Dorian por otro lado estaba firmemente parado con el bastón sujetado con su mano derecha detrás de él dando vueltas entre sus dedos y con su otra mano incitaba a la amazona a atacar.

Alanna tiró el primer golpe inclinándose hacia enfrente empinando su lanza hacia el Atlante, en cambio él con destreza y sin esfuerzo, desde su posición golpeó su bastón contra la arena evitando que la lanza lo tocase, al chocar el bastón con la lanza, Dorian se inclinó para mover su bastón a las piernas de la amazona, golpeando su talón ella cayó de espaldas. —¡Eso es trampa!—Dijo Alanna molesta. —Princesa, no use mis poderes y deberías ver dónde caes, a la siguiente te eliminaré.—Dijo Dorian retomando su serena posición. —¡Vas a perder!—Dijo Alanna regresando a su lugar.

Alanna comenzó a moverse en Zig zag, tirando una patada a la cabeza de Dorian, él vio venir su movimiento y con su mano izquierda tomó su pie, descuidando por completo los brazos de ella, Alanna se las había arreglado para encorvarse y golpear el abdomen del Atlante. Dorian retrocedió dos pasos y Alanna cayó al suelo en pose de pelea. —Puedo apostar que ese golpe te dolió más a ti que a mí.—Comentó viendo los nudillos de la chica. —Sabes que dejemos esto.—Dijo Dorian clavando su bastón en el suelo. —No me dolió...—Dijo tratando de esconder sus manos rojas.

Dorian le hizo señas con su mano una vez más, Alanna tiró un golpe recto a su cara y Dorian fácilmente desvió el golpe, pateando detrás de su rodilla haciéndola caer. Ella se paró de un salto apoyando sus manos detrás de su cabeza y lanzando sus piernas al frente, continuaron intercambiando varios golpes mas; Dorian se deslizaba y daba ataques tan delicados que a su vez iban con tanta fuerza, más no la suficiente para lastimarla, en cambio ella tiraba golpes y patadas con odio y mucha fuerza. Ella misma giraba una y otra vez dando múltiples patadas consecutivas y mientras él con su palma las hacía rebotar en ella.

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Holaaa!! Espero y hayan disfrutado este capítulo, un poco corto.😅😅

Ojalá les guste y por favor ayúdenme con sus votos cada uno de ellos me importan demasiado, así sabré si en verdad les esta gustando mi obra 🥰

Pronto subiré otros capítulos, los amooo y gracias por leer !!

Love, Nattt🤍

Hasta el fondo del marDonde viven las historias. Descúbrelo ahora