UNA COLINA PÚRPURA TOCANDO EL CIELO

CAPÍTULO 51. BOCA DE DRAGÓN

Mientras caminaban rumbo a la habitación de Jiang Yanli, ella les explicaba lo que había pasado desde que les avisaron que Jiang Cheng estaba muy malherido y como todos habían cooperado para que él fuera atendido. También les dijo que por más que quisieran todavía no podían verlo, ni ella misma lo había visto, ni siquiera a su llegada a Muelle de Loto.

—¿Por qué no, shijie? ¿No estabas cerca cuando llegó? —cuestionó Wei Wuxian mientras se sentaba todavía con Jin Ling en brazos.

—En realidad fue el Maestro Wu quien no me permitió verlo —bajó la mirada—. Creo que quiso evitar exponerme a la apariencia de A-Cheng. Por lo que me dijeron los médicos y lo que me han contado... él estuvo a punto de no resistir.

Wei Wuxian se quedó en silencio. Estaba agradecido de que ella no hubiera visto el estado de Jiang Cheng porque lo que sabían sobre el ataque era obvio que no habría sido un lindo espectáculo. Tanto él como Jiang Cheng habían visto los cuerpos de muchos discípulos de Yunmeng muertos cuando la caída, además de ver las condiciones en las que Madam Yu y Jiang Fengmian habían quedado; dichas imágenes no fueron fáciles de superar y por muchas noches fueron la constante en sus pesadillas, así que evitarle eso a Jiang Yanli era algo que él mismo habría buscado. En cuando al ataque a su hermano, podía jurar que no se trataba de un simple robo, que era algo mucho más allá pero no tenía ninguna prueba o pista, esas solo se las podría dar Jiang Cheng cuando despertara, porque, así como estaba seguro sobre el ataque, también estaba seguro de él se salvaría con mínimas o ninguna consecuencia.

—Más tarde me gustaría hablar con el Maestro Wu, quizá juntos podamos averiguar algo más...

—Perdona que interrumpa A-Xian pero hay algo que me ha estado dando vueltas desde que nos enteramos sobre detalles del supuesto ataque —intervino Lan Xichen que seguía teniendo una expresión triste—. El hecho de que los capturados hayan preferido morirse antes de someterse a un interrogatorio; no sé de ladrones que hagan eso. ¿Qué escondían? ¿Por qué era tan importante conservar el secreto? No lo sé, eso no me gusta porque me da la impresión que no es un "asalto" como tal. También está el hecho de que uno de ellos se escapó —suspiró—. Tengo la sospecha de que su verdadero cometido era matar a Jiang Wanyin y que el peligro no haya pasado, al contrario, cuando sepa que sobrevivió busque volver a encontrarse con él para esta vez sí terminar su misión.

Decirlo en voz alta era mucho peor que cuando llegó a esa conclusión para sí mismo. Todos en el salón se quedaron en gélido silencio porque solo el Líder Lan era el primero en atreverse a expresar lo que ya suponían por separado.

—Xichen-ge, entonces sería bueno que tú y yo hablemos con el Maestro Wu. —Wei Wuxian habló tras recobrarse del temor de saber que una vez más la gente que más amaba corría peligro—. Podemos ir al lugar donde encontraron a Jiang Cheng y buscar algo que nos dé más idea de lo que sucedió. No voy a permitir que nada le pase a él, ni a ustedes —su voz sonó lúgubre, como en aquellos días donde buscaba venganza. Jin Ling notó el cambio tan drástico e hizo un puchero, llorando al instante.

­»¿Qué hice? No le hice nada, shijie. Lo juro. A-Ling, perdón... no sé que hice pero sea lo que sea perdóname —le dijo angustiado al bebé que seguía llorando entres sus brazos—. ¿Qué hago, shijie? Nunca había llorado así... al menos no conmigo.

Ella se puso de pie para tomar a Jin Ling y consolarlo. —Tranquilo, tranquilo. No te preocupes, A-Xian, desde ayer ha estado más sensible de lo normal. Supongo que aunque es muy pequeño siente que estamos bajo una situación delicada.

—Menos mal no soy yo la causa —se puso de pie—. Xichen-ge, te parece si vamos a asearnos y a descansar un poco. Luego iremos con el Maestro Wu hasta aquel sitio.