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Mientras Jiang Cheng lucha por estar a la altura como futuro líder de la secta Yunmeng Jiang, la compañía gentil así como los sabios consejos...
Muchos años atrás la admiración y amor por Jiang Cheng se había ido haciendo un espacio importante en la vida de Lan Xichen, y aunque en un principio no identificó esos sentimientos, porque era muy niño, paulatinamente los reconoció. Todo comenzó sin darse cuenta, con un acto inocente, algo significativo que volvía a él de vez en cuando para darle un soplo de aire fresco.
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Se había obligado a no guardar muchos recuerdos de su niñez debido a que en ese tiempo la mayoría de las cuestiones eran complicadas de comprender. Su madre siempre encerrada en la Cabaña de las Gencianas, visiblemente cansada aunque se esforzaba por no preocuparlos; su padre apenas salía del Hanshi; y su adiestramiento se hacía cada vez más difícil ya que le habían dicho que sería líder. No entendía muy bien a qué se referían con eso pero de igual manera le preocupaba bastante. Lan Wangji ya estaba en edad de recibir sus primeras lecciones y como buen miembro de la secta, se comprometió con ello. Lan Qiren se había dado cuenta del enorme peso que sus sobrinos estaban cargando a cuestas, sobre todo Lan Xhichen a quien siempre se le había enseñado responsabilidad irreprochable. Podía ser estricto y algo intransigente en ocasiones, pero amaba a sus sobrinos como si fueran sus propios hijos, así que decidió darles un respiro, al menos por un día o dos para no interrumpir su formación.
Le avisó a su hermano que los llevaría a una visita que tenía pendiente a Muelle de Loto, y él por supuesto no se opuso. Lan Xichen no preguntó a dónde irían, solo aceptó obediente que saldrían de viaje. Lan Wangji no estaba muy seguro de ir pero tenía que obedecer, así que los tres partieron a Yunmeng.
El viaje sería ideal para afinar su destreza a la hora de montar la espada, así que él iría solo mientras que su tío cargaría a su hermano. Se sentía emocionado por salir del Receso de las Nubes y respirar otros aires. Para la siguiente visita a su madre podría contarle los hermosos paisajes que conocería porque su tío le había contado que a donde irán estaba rodeado de agua. También la pondría al tanto de su avance con el manejo de la espada al montar en ella. Todo eso le entusiasmaba porque tendría grandes temas de conversación.
Al llegar a Muelle de Loto se acomodó el cabello, cerciorándose de que su cinta estuviera debidamente acomodada al igual que la de su hermano; tenían que dar una buena impresión al Líder Jiang. Los dos niños esperaban de pie al lado de su tío a que Jiang Fengmian llegara al salón. Al verlo entrar, Lan Xichen quedó impresionado, era un hombre muy alto y fuerte, su expresión amable contrastaba con su físico recio. Iba acompañado de Madam Yu, una mujer muy hermosa pero que a diferencia de su esposo se mostraba más reservada.
—Maestro Lan, qué gusto tenerte en Muelle de Loto. —Los esposos hicieron una reverencia—. Veo que trajiste contigo a tus sobrinos. —Todavía con una sonrisa se puso en cuclillas y saludó—. Bienvenidos. Estoy seguro que están cansados y quieren comer algo delicioso. Es una suerte que hayan llegado ahora porque los cocineros hicieron bolas de sésamo. Mis hijos están comiendo cerca del lago, ¿quieren ir?
