CAPÍTULO. 57 ALBAHACA

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Dado que Nie Mingjue ahora sabía lo que había ocurrido con el Líder Jiang, consideró prudente redoblar la seguridad del Reino Impuro y sus alrededores. Lo que menos quería era tener un incidente parecido que continuara ligándolo a los vergonzosos hechos; también lo hacía en consideración a Lan Xichen porque sabía que estaba nervioso de que su preciado Jiang Cheng estuviera en peligro al asistir a la conferencia.

Por más que intentaba pensar con claridad sobre el uso de xuejie para encubrir un crimen, siempre terminaba alterándose por el simple hecho de pensar que había una víbora traicionera entre sus filas. Tenía pocas opciones, pero cada una de ellas le parecía no solo vergonzosa sino indignante también. Lo primero sería hablar con su hermano menor y averiguar de manera sútil si él sabía algo. Lo conocía bien y sabía que no poseía un espíritu combativo, mucho menos malévolo, como para urdir un plan de esa condición pero aun así tenía que cerciorarse.

Después iría descartando uno a uno a los posibles responsables, aunque sospechaba que sería complicado dado que sus huellas habían sido bien cubiertas, salvo el pequeño error de dejar parte del veneno y la supuesta técnica malograda de Qinghe.

La noche anterior a que la conferencia se llevara a cabo, le pidió a Nie Huaisang que se reunieran para conversar, situación que por supuesto el menor de los Nie encontraba preocupante porque una plática a solas con su hermano solo podía significar que estaba metido en problemas.

—¿Cenaste correctamente? —La pregunta era la manera en la que el Líder Nie saludó a su hermano, de cierta forma, era su forma de decirle que se preocupaba por él sin ser tan explícito.

—Lo hice Da-ge. Gracias. ¿Y tú? —Nie Huaisang apretó el abanico entre sus manos mientras tomaba asiento.

Él solo asintió y también tomó asiento en el sitio de honor en el salón, la idea –como siempre– era imponer respeto y seriedad a la conversación.

—¿Qué tan bien conoces al Líder Jiang?

De entre todos los temas que Nie Huaisang creyó que podrían hablar, nunca se le cruzó por la mente que el Líder de Yunmeng fuera el que los ocuparía esa noche. Igualmente que fuera una pregunta de ese tipo lo relajó y así podía hablar con más soltura.

—Pues lo suficiente como para decir que es un amigo. Durante la formación en el Receso de las Nubes, él y Wei-xiong fueron de gran ayuda en las lecciones —hizo una mueca de tristeza—. Fue una mala pasada que no hubiéramos podido concluir juntos por aquella pelea con Jin Zixuan, pero también eso propició que lograra conocer más al Líder Jiang.

—Ya veo. Así que lo consideras un amigo —se llevó la mano al mentón—. ¿No te parece que suele tener un carácter complicado? Muchos consideran que es difícil tratarlo por ese motivo.

Nie Huasiang rió por lo bajo mientras se cubría con el abanico. —Estoy acostumbrado a tratarte a ti... No hay mucha diferencia.

—¡Huaisang! ¡¿Estás insinuando que tengo mal temperamento?!

—¡No, no! Por supuesto que no, Da-ge. Lo que intento decir es que él es igual de serio que tú... conversa poco, pero es g-gentil —se excusó para no molestar a su hermano—. Eso se puede interpretar como mal carácter pero no es así.

Frunciendo el ceño, Nie Mingjue se volvió a acomodar en la silla. No encontraba ninguna señal de que su hermano estuviera mintiendo, de hecho él mismo fue testigo de la cercanía que tenía con los chicos de Yunmeng, y a pesar de que el comportamiento de Wei Wuxian le parecía hasta cierto punto extravagante, consideraba que la influencia de ambos era inofensiva y hasta beneficiosa, sobre todo la de Jiang Cheng.

UNA COLINA PÚRPURA TOCANDO EL CIELODonde viven las historias. Descúbrelo ahora