UNA COLINA PÚRPURA TOCANDO EL CIELO

CAPÍTULO 12. BREZO BLANCO.

Jiang Yanli llamó a la puerta, llevando consigo una olla llena de sopa y dos cuencos. Jiang Cheng le ayudó a poner todo en la mesa mientras Zewu-jun agradecía las atenciones.

—Lady Jiang, es un gusto volver a verla. Disculpe las molestias que mi presencia en Muelle de Loto le ocasionan. Muchas gracias por la hospitalidad.

—El gusto es nuestro al poder auxiliarlo en estos tiempos tan complicados, Zewu-jun. No nos ocasiona ninguna molestia —sonrió con cortesía a la par que dejaba los cuencos servidos sobre la mesa—. Por favor tome asiento. Para lograr recuperarse debe comer adecuadamente.

Asintió mientras tomaba su lugar en la mesa. Conocía a la señorita Jiang desde hace tiempo aunque su interacción había sido muy poca. Si acaso, habían intercambiado un par de palabras al conocerse, y solo un par de saludos cuando se encontraban por ocasión de la convivencia de sus respectivos familiares. Ahora que la escuchaba y la veía actuar con más detenimiento, le pareció muy conocida esa manera tan gentil de ser, Jiang Cheng había aprendido de su hermana mayor la afabilidad y consideración para tratar con los demás.

—Huele delicioso A-Jie, como siempre. Mientras estuve fuera, hubo días en los que se me antojaba tanto tu sopa que incluso podía sentir su sabor en mi boca. Me alegra tanto poder probarla otra vez.

—Es la favorita de A-Cheng. Desde pequeño decía que era mágica. —acarició su mejilla como lo hacía desde que eran niños, provocando un sonrojo en Jiang Cheng. Le daba algo de vergüenza que el primer maestro Lan fuera testigo de los mimos infantiles que su hermana le regalaba, así que le dedicó una mirada que ella entendió de inmediato, pero ya era muy tarde porque Lan Xichen sonreía enternecido.

Llevándose una cucharada de sopa a la boca, degustó el exquisito sabor del platillo, tan diferente a lo que comía en Gusu. Limpió la comisura de sus labios antes de hablar. —El joven amo Jiang me presumió su sopa durante toda su estadía en el Receso de las Nubes, no exageró al decirme que era exquisita. Ahora entiendo por qué es su favorita.

Ciertamente esa sopa tenía algún tipo de magia, porque no solo era deliciosa sino que transmitía una calidez que abrasaba el cuerpo, era como sentirse en casa a pesar de estar lejos de ahí. De hecho, mientras comía sentía algo de consuelo. Observando la relación que había entre los hermanos Jiang, le hacía evaluar su desempeño como hermano mayor de Lan Wangji. Ni siquiera podía decirse que había sido un buen protector y compañero de su hermano, los dos estaban acostumbrados a cumplir con el deber impuesto sin preguntar o dudar, eso había provocado que no estuviera demasiado atento a las cuestiones personales de su hermano menor ni siquiera las propias. Los dos habían carecido de del afecto paternal desde la muerte de su madre, y no quería que eso siguiera de la misma manera. Tener a su tío había cubierto en cierta parte esa necesidad, pero él también había sido educado de la misma manera para ser responsable y en consecuencia, su trato era bastante frío. Como hermano mayor era su deber demostrarle a Lan Wangji que podía ser más transparente en sus sentimientos frente a él, porque lo amaba, y era una de sus prioridades; al igual que Jiang Yanli lo hacía con su hermano menor, quería demostrárselo sin restricciones.

—Creo que esta sopa es sin duda la mejor que he probado. Muchas gracias, Lady Jiang —agradeció con una reverencia—. No sé cómo voy a hacer pero no quiero probarla solo en esta ocasión.

—Venga a Muelle de Loto todas las veces que desee, es bienvenido siempre —contestó Yanli con una sonrisa sincera—. Y mientras esté aquí, cuente con toda la sopa que quiera. Todos en Yunmeng estaremos felices de recibirlo, ¿cierto A-Cheng?

Jiang Cheng sonrió mientras asentía. Su hermana se había atrevido a hacer lo que a él le había costado bastante verbalizar y estaba agradecido con ella por eso. Confiaba que la situación no se tornara más peligrosa para poder seguir estrechando lazos con Lan Xichen.