CAPÍTULO 41. AQUILEGIA

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Tener a Yanli de visita, además de traerle tranquilidad en cuanto a su relación con Lan Xichen, también le había ayudado para escuchar un par de consejos y opiniones de temas con respecto a la secta. Le hubiera gustado que se quedara por más tiempo pero sus deberes como esposa le apremiaban a volver a Torre Koi. El día de su partida la acompañó hasta el sitio donde Jin Zixuan la esperaría para volver juntos. Jiang Cheng no se sentía tan entusiasmado por verlo, pero según lo que habían conversado, él le seguía demostrando total devoción. Quizá también la escoltaba para comprobar que fuera así.

Jin Zixuan ya la esperaba cuando Jiang Cheng llegó adelantándose en un caballo. Bajó de este e hizo una reverencia.

—Es un gusto verte. A-Jie estará aquí en poco tiempo; yo me adelanté para comprobar que todo estuviera bien.

El heredero Jin también hizo una reverencia antes de acercarse. —Gracias por acompañarla hasta acá. Me disculpo por no poder ir con ella a Muelle de Loto, mi padre considera que debo tomar parte en más asuntos de la secta con el fin de ir aceptando mis futuras responsabilidades.

Nunca se habría imaginado tener una conversación civilizada con él, no es que fuera la primera, pero le seguía costando creer que el hombre que tenía enfrente era el mismo tipo pedante y altanero que muchas veces habló mal de todo aquel que no le pareciera estar a su altura.

—La conferencia de discusión en Lanling está próxima —continuó Jin Zixuan—, supongo que asistirás.

—Así es —respondió mientras terminaba de amarrar su caballo en el árbol más próximo—. Ya casi todo está listo para poder viajar y llegar a tiempo. Comprenderás que debo dejar las cosas en orden para que en mi ausencia no pase nada lamentable.

—Entiendo. Hablando de eso... —bajó la mirada para evitar que Jiang Cheng notara su vergüenza, pues tampoco él había considerado tener una relación estrecha con ningún miembro Jiang, pero Yanli le había robado el corazón, la calma y todo su mundo giraba en torno a ella—. Deberías quedarte un par de días más cuando la conferencia haya concluido, estoy seguro que a A-Li le gustará mucho tenerte más tiempo para estar con ella. Siempre vas a ser bien recibido en Torre Koi.

Jiang Cheng levantó una ceja, le habría encantado que Wei Wuxian estuviera ahí porque seguro tendría un buen comentario sarcástico que decir o una burla jocosa. Ya que eso no era posible, se limitó a agradecer por medio de una inclinación de cabeza.

—No sé si pueda, pero al menos prometo quedarme un día más. Gracias por la invitación.

El carro donde Yanli era transportada se escuchó cada vez más cerca, siendo imposible para Jiang Cheng no notar el entusiasmo del heredero Jin. Cuando al fin llegó y se quedó estacionado junto a ellos, Jin Zixuan se adelantó con una gran sonrisa para verla.

—¿Está todo bien?

—Muy bien —respondió ella con la misma sonrisa enamorada—. ¿Me ayudas a bajar? Quiero despedirme de A-Cheng.

Los hermanos se abrazaron una vez más, pues ya lo habían hecho varias veces en Muelle de Loto.

—Nos veremos pronto en Torre Koi, A-Jie. Iré a la conferencia de discusión en un par de semanas, así que llevaré una buena cantidad de loto para que hagas tu maravillosa sopa —sonrió—. Gracias por la visita, vuelve cuando quieras. Ya sabes que no tienes que avisar.

—Mmmmm, lo pensaré —rió por lo bajo—. Te estaremos esperando, A-Cheng. Gracias por acompañarme, y por favor, no olvides nuestra conversación. —Tocó su nariz y por último besó su mejilla—. Te quiero feliz, lo mereces.

UNA COLINA PÚRPURA TOCANDO EL CIELODonde viven las historias. Descúbrelo ahora