Regularmente, el pueblo de Kuizhou era un sitio tranquilo. Durante una parte del día los comerciantes atendían a sus clientes que llegaban con la idea de mercar algo para el diario vivir, quizá un par de accesorios paras las mujeres más jóvenes, pero sobre todo era un pueblo agricultor, por lo que los frutos, verduras, semillas y tubérculos eran los que imperaban los pequeños comercios, sin embargo, esa no era la ocasión pues había una gran gran alboroto por un par de calles, comenzando por la principal.
Todo indicaba que esto se debía a una boda, así que la multitud se congregaba por las calles mientras el séquito nupcial avanzaba. Xue Yang no era un hombre que le gustara ir entre tantas personas, desde siempre sintió cierta aversión porque le recordaba a varios episodios de su vida donde se vio rebasado por las grandes masas al ser castigado o al servir a sus amos.
Bien podía aprovechar la confusión de la aglomeración para escapar de los cultivadores que venían siguiéndolo muy de cerca, sin embargo, de haberlo siquiera intentado, el talismán que los líderes le habían colocado en la espalda amenazaba con provocar un severo daño. Definitivamente no habían exagerado al advertirle que el Líder Jiang era un hombre severo que debía ser tomado muy en serio. Lo había constatado con tan solo un par de charlas con él, aunque también pudo notar esa característica en Zewu-jun; éste podía parecer que era un hombre tranquilo y con buen temple, aún así estaba claro que al haber atentado contra su amado, no iba a tentarse el corazón contra nadie que resultara culpable.
Aunado a esto –y aunque le costara aceptarlo– los días que había tenido como prisionero de Gusu Lan, le habían ofrecido una nueva perspectiva de lo que su vida podría ser si dejaba la delincuencia. Reconocía que era hábil, que tenía lo necesario para ser un buen cultivador de cualquier secta o buscar un destino diferente. No era para nada despreciable tener una comida caliente todos los días, ropa limpia, una cama donde descansar; su vida había estado llena de carencias. Ahora no estaba tan seguro de querer continuar así.
Compró un par de kumquats una vez que la gente se había dispersado. Algunos niños comentaban emocionados lo que acababan de ver, presumiendo la cantidad de monedas que habían logrado recolectar del cortejo, otras pocas personas que habían salido de sus pequeñas tiendas volvían a ellas. Mientras masticaba el fruto, veía con discreción a los alrededores. Quería terminar de una vez con esa tarea y desaparecer por un tiempo mientras pensaba qué haría.
Tras caminar por un tiempo considerable, Xue Yang llegó a lo que parecía ser un mesón, aunque de muy mala muerte pues el olor era nauseabundo, al igual que la gente que estaba ahí. Buscó una mesa y cuando el camarero se aproximó, al ver que se trataba de Xue Yang, casi dio un salto hacia atrás.
—¡¿Eres un fantasma?! —le dejó un plato con semillas tostadas—. Te han venido a buscar un par de veces —miró sobre su hombro—. No está muy contento contigo porque te desapareciste. ¿Hiciste lo que te pidió?
—Ese no es asunto tuyo —respondió en tono frío—. ¿Cuándo fue la última vez que preguntó por mí?
Con ceño fruncido, el camarero torció la boca —Hace tres días. Supongo que vas a quedarte.
—No me interesa hablar contigo. Trame una sopa de costilla.
La comida no era para nada buena en el sitio, pero tenía hambre y necesitaba despejar su mente. Luego de terminar su sopa, salió a deambular por las calles otra vez hasta que al doblar por un pequeño callejón alguien lo tomó por el cuello para estamparlo contra la pared de una casa.
—¡M-Maestro!
—¿Dónde habías estado, idiota? —Lo golpeó contra el muro—. ¿Hiciste lo que te pedí? Hace demasiado tiempo que eso debió estar terminado. —Hizo que caminara hasta salir del lugar y encontrarse con una calle más amplia pero que tenía sitios para poder esconderse.
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UNA COLINA PÚRPURA TOCANDO EL CIELO
FanfictionEsta historia se encuentra publicada gratuitamente en Wattpad. Si lo encuentras en otro lado es un plagio. Mientras Jiang Cheng lucha por estar a la altura como futuro líder de la secta Yunmeng Jiang, la compañía gentil así como los sabios consejos...