Después de tanto tiempo sin verse, sentir el calor de Lan Xichen, estar entre sus brazos, se sentía como un sueño; de hecho, ni siquiera le importaba el ligero dolor que sentía porque no quería que el contacto terminara. Los dos estaban disfrutando tanto de esa cercanía que no se dieron cuenta que ya había pasado un tiempo considerable y que se habían quedado solos en la habitación.
Lan Xichen se separó despacio y con suma delicadeza besó los labios de su amado; eran tan cálidos y suaves que podía besarlos siempre. —Al fin estás conmigo— susurró.
—Siento mucho la demora —sonrió apenado Jiang Cheng—. Wei Wuxian me contó que habías tenido que ir a Gusu por órdenes de tu tío. ¿Está todo bien? No quiero que tengas problemas por estar aquí.
—Descuida, eso ni siquiera tiene que ocupar tu mente —acarició su mejilla. En ese momento se dio cuenta que prácticamente estaba encima de Jiang Cheng, así que se alejó con rubor en las mejillas—. Me sentaré aquí —señaló el banquillo que estaba al lado de la cama del Líder Jiang.
—No te atrevas —amenazó Jiang Cheng y a la vez se recorrió en la cama, haciendo el espacio suficiente para que Lan Xichen se recostara a su lado. Estaba seguro que nadie los molestaría, su hermana no lo permitiría.
Claro que no iba a atreverse a desperdiciar la oportunidad. Se descalzó y se metió bajo las mantas rodeando a Jiang Cheng, sus rostros quedaron frente a frente. Los dos sonrieron enamorados, siendo Lan Xichen quien acariciara el rostro de su adorado líder con la punta de los dedos. De vez en cuando eran sus labios los que recorrían el mismo camino que antes habían transitado sus dedos, dejando a su paso un calor agradable que le provocaba una sincera sonrisa a Jiang Cheng. El Líder Lan amaba sentir que su amado poco a poco derribaba sus barreras, dándole permiso de acercarse cada vez más.
—¿Te duele algo? —cuestionó Lan Xichen mientras enredaba sus dedos entre los cabellos de su daolu.
—Siento ligeras molestias en el vientre pero nada serio. —Cerró los ojos—. Perdona que te haya preocupado de esa manera, a todos. Nunca imaginé que algo así llegara a suceder. Admito que fui imprudente.
La respuesta de Lan Xichen fue estrecharlo con más fuerza contra su cuerpo y besar su frente. Se había sentido devastado al saber sobre el ataque, luego al verlo creía que enloquecería de dolor. Por eso mismo no se había atrevido a pensar en los "y si..."; sabía que tan solo suponer los escenarios más negativos sería catastrófico para su integridad.
—Ya no digas más. Estás bien, con nosotros y eso es lo realmente importante.
—Sabes... sí me duele algo.
—¿Sí? ¿Dónde? ¿Llamo a los médicos?
Lan Xichen intentó levantarse pero Jiang Cheng no se lo permitió. En cambio fue él quien se levantó ligeramente para verlo a los ojos.
—Me duele haberte provocado esa expresión de angustia que vi hace un momento cuando llegaste al Mengjing. Nunca quiero volver a verte de esa manera, mucho menos quiero ser la causa de ello. —Juntó sus frentes—. Se supone que juntos alcancemos la plenitud en nuestras vidas, no que agreguemos angustias y desazones, por eso no deseo que te angusties más por mí.
—Wanyin —le dio pequeños besos en los labios—. Te amo... eres el amor de mi vida; me pides un imposible al no querer que me angustie por ti, porque ya no soportaría el paso del tiempo sin estar contigo. Y hasta que pueda tenerte conmigo todos los días, dejaré de preocuparme.
—También te amo pero sabes que eso será muy complicado. Los dos como líderes no podemos abandonar nuestras sectas —suspiró—. Por el momento no pensemos en eso, solo nos agrega más preocupaciones y ahora no es tiempo de inquietudes.
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UNA COLINA PÚRPURA TOCANDO EL CIELO
FanfictionEsta historia se encuentra publicada gratuitamente en Wattpad. Si lo encuentras en otro lado es un plagio. Mientras Jiang Cheng lucha por estar a la altura como futuro líder de la secta Yunmeng Jiang, la compañía gentil así como los sabios consejos...