Zim había quedado dormido, y seguramente permanecería así inclusive horas, habían experimentado más de lo acostumbrado y simplemente el Irken anhelaba descansar.
Dib permaneció recargado unos segundos en la puerta preguntándose muchas cosas, ¿qué quería hacer? ¿a dónde, a dónde, mierda, a dónde quería llegar con todo eso? Se replanteaba una y otra vez todo este asunto, ¡estaba jugando con Zim! Era un capricho suyo que desencadenaba muchas más cosas, ¡¿a dónde quería llegar ese día, esa tarde?! Ese momento en que se escondieron en los arbustos y Zim comenzó a exigirle placer, ah. . . ¿qué esperaba cuando pensó en que los labios contrarios eran tan lindos y provocativos? ¿por qué tenían que besarse si se supone se odiaban? ¿qué tuvo el Irken esa semana en que hicieron de su rivalidad activa de nuevo, que no tuvo desde que lo conoció?
¿Por qué Zim se apegó tanto a los encuentros que tenían como para permitir. . . una rareza?
Florpus. . . recordaba ese acontecimiento como punto de partida de este capítulo de su vida, a pesar de que Zim ya había estado presente dos años de su vida antes de eso.
Recordaba lo que pasó meses después de eso, Zim poco a poco se fue decayendo hasta llegar al año y medio deprimido, pero en el momento en que apenas empezaba no era tan visible, seguramente tampoco para él.
No sabía que había pasado, pero por lo que a ese punto Zim le había confesado, sus Más Altos estaban perdidos.
Zim estaba prácticamente varado, tanto física como psicológicamente. Dib entendía lo que pasaba, él apoyaba su conjetura, el Irken había estado absorbiendo información humana, inevitablemente su persona obtendría algo de esa cultura y cordura.
Cuando lo conoció no recordaba que tuviera tantas posibilidades psicológicas, ese sería el modelo estándar de Irken, ¿no? Ahora éste tenía conciencia, sentía, anhelaba, deseaba cosas tan vanales como inútiles, sus actos podían tener un doble significado que ni él notaba.
En fin, un humano.
¿Y sí su necesidad y súplica por los besos era una manera de refugiarse? Zim no tenía un propósito en especial en ese momento. Era una distracción tal vez, una que tomó otro tono y que ni él Irken notó, se había vuelto un capricho demasiado egoísta para él mismo, si Zim quisiera curarse con su técnica. . . ya lo hubiera hecho.
Pero no, se dejaba ir por el sendero largo, por dónde Dib tenía acceso a él y viceversa, ¿por qué? ¿qué pasaba con él? Tal vez se sentía solo pero. . . ¿eso es normal en Irkens?
El siempre teorizaba que entre Irkens eran muy distantes, tal vez, el único apoyo que tenían era el de enorgullecer a sus líderes, ¡pero podía hacerlo conquistando la Tierra!
De una u otra forma lo que estaba haciendo Zim no tenía "lógica"Pero la lógica casi nunca llega cuando un sentimentalismo asalta a una persona.
Dib estaba convencido que Zim ya no era totalmente Irken en términos de carácter.
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Basoexia
FanfictionHay una razón por la que en Irk está muy mal visto las muestras de afecto, pareciendo inclusive ilegal. Y es que toda raza que prueba algo excitantemente prohibido por primera vez, deseará repetirlo hasta el momento de la muerte. Esto puede implicar...