Capítulo 14: Humano

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Se abrieron las puertas a lado del sofá, llegando al primer piso

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Se abrieron las puertas a lado del sofá, llegando al primer piso.

Por la ventana se veía el atardecer, Dib estaba algo incómodo; pasaría la noche con Zim y tal vez más días de los que pensó algunas vez en su vida.

—Uhm. . . Zim — Éste dio un pequeño jadeo dando a entender que tenía su atención, se sentó en el sofá a lado del humano. — ¿Tienes una idea de lo que haremos? Es que. . . — Suspiró —Yo insisto en que esto es algo psicológico, tu confusión, porque, de pronto tuviste estos. . . deseos.

El Irken lo veía con molestia, él estaba totalmente convencido de que su pak era el responsable.

— O bien. . . más bien. . . hormonales. 

Zim tensó los brazos, mostrando un ademán de molestia por no poder expresar su desigualdad de opinión. Sacó de su pak una tableta y lápiz tecnológico, comenzando a escribir en ésta

«Tú ya habías descartado eso»

Dib lo leyó y rió por lo bajo

— Lo sé Zim, pero se me olvidó mencionarte que lo hormonal también está ligado a lo sentimental. — El más bajo inhaló profundamente, listo para gritar de nuevo que él no sufría de esas "estupideces", el más alto abrió las palmas  dando a entender que lo dejara hablar. — Así pasa Zim, es parte de la adolescencia humana, y del mismo modo tiene mucho que ver con lo físico. Tu pak puede que las produzca, pero tengo que saber cómo influye en tu cuerpo, y porqué. . . — Pausó después de susurrar la última frase — ¿Cómo es que conseguiste tu pak? Porque si estoy en lo correcto, ésto no lo podrá reconocer la computadora, es como si fuese independiente de lo demás, más o menos, sería una "cualidad" que no venía "incluida" con él, supongo.

Zim lo escuchaba atento, e inconscientemente, lo sentía como la descripción y diagnóstico correcto. 

Dib se inclinó a su altura, viéndolo directamente a los ojos, con una mirada empática y apacible, el contrario, se sintió protegido, tanto que se atrevió a abrazarlo, el azabache quedó estupefacto, y a los pocos segundos notó que no fue un impulso, Zim deseaba abrazarlo y ser abrazado, el de lentes lo tomó entre sus brazos, se sentía raro, estaba alimentando el egocentrismo ajeno, pero no veía problema en ello, tal vez eso había estado haciendo desde ya hace un buen rato. . .

Se levantó aún con el pequeño Irken en sus brazos, que se asustó un poco al sentirse lejos del suelo, pero después permitió que aquel extraño cariño se colara por entre ellos dos.

Membrana quedó estático ante sus orbes, que demostraban duda, confusión, e inocente anhelo. Rió enternecido, acabando con un suspiro

— Te voy a curar, Zim. — Espetó después del silencio, todo el mundo había parado, solamente sus respiraciones fluían, nada más, ningún pájaro volaba, ninguna hoja caía, nada se movía. El último mencionado sonrió, feliz, se sentía resguardado, por primera vez alguien le tenía consideración— Mañana hablamos todo, cuando ya te hayas mejorado, por ahora. . . creo que dormiré. Supongo, te veo mañana. 

Esta vez, fue Zim quien abrió sus manos, dando a entender que esperara unos momentos, mientras Dib se acomodaba en el sillón, donde pensaba, dormiría. El Irkiano llegó rendido por bastas sábanas sobre él y las aventó contra Dib, eran muy pesadas comparado al tamaño de quién las llevaba encima.

— Jajaja, ¿tienes frazadas? — El de antenas asintió — ¿Por qué? B-bueno, mejor no me digas, ya mañana hablamos.

. . .

— Zim. . . ha tenido frío. . . en veces.  — Contestó, sorprendiendo al contrario, su voz se oía un poco mejor, y su herida no se extendía más de dos centímetros por debajo y encima de sus labios.

— Bien, no intentes hablar mucho, no quiero que te empeores. — Y por primera vez, en sus totales cinco sentidos se sonrojó, era leve, solamente, por la muestra de preocupación ajena.

Iba a hablar, pero prefirió obedecer al menor, solamente se dignó a apuntar hacía Dib, más específicamente, a la manta. 

— ¿Qué si te puedes acostar conmigo? — Zim asintió apenado — Claro, ven aquí — Alzó la sábana y la mueca vergonzosa del Irken se transformó en en una sonrisa penosa cuando corrió y se acogió entre el pecho de Dib y la tela, realmente no ocupaba mucho espacio, y ya estaba totalmente descansado, solamente quería pasar la fría noche en brazos que le eran más acogedores que todas sus frazadas juntas en un día de tormenta de nieve. — Oh Zim, te tuviste que "enfermar" en los escombros de invierno. Estoy seguro, que cada vez te apegas mejor. — Susurró, con el pendiente de que le escuchara, o tal vez no, pero él sabía, que Zim se hacía cada vez más humano con cada día que pasaba en la Tierra.

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¡Hola lindos! Aunque sean más lindas que otra cosa. . .

¿Cómo se la pasaron? ¿Alguien notó mis vacaciones de dos semanas? ¿Nadie? Okey, okey ;u;

Okey no, no importa.

¿Cómo estuvieron ese fin de año? ¿Listas para el día de reyes magos? Yo nunca creí en los reyes magos, mis padres no me inculcaron el arte de recibir regalos meses seguidos(?

Yo ya compré la rosca, espero no me toque el chingado mono-

Ahorita publicaré otro capítulo, porque este no tiene ni ochocientas palabras-

Bueno, en realidad no creo tener algo más que decir, vuelvo con todo ;)

Los quiere. . .
❦︎Cʜᴏᴄᴏ

BasoexiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora