Capítulo 52: Regreso

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La mejor forma de medir un año no es por sus días, o sus acontecimientos, sino por sus pasajeras y cambiantes estaciones, su revivir tal cual un fénix, vive, muere y sigue, continúa viviendo

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La mejor forma de medir un año no es por sus días, o sus acontecimientos, sino por sus pasajeras y cambiantes estaciones, su revivir tal cual un fénix, vive, muere y sigue, continúa viviendo.

Oh, su amado alienígena. Recordaba sus meses juntos cada que el clima cambiaba, siempre fue un aspecto a considerar en su vida para darle y pedirle un trozo de la contraria

Peligrosas épocas de lluvia, sus rezagos cuando se volvieron a conocer; el pasto húmedo, al igual que el inicio de sus fantasías e instintos lujuriosos.

Comenzó Noviembre y no pasó mucho para que pasaran la única nevada del año juntos, cuando sus sentimientos comenzaban a florecer, pero así como los capullos durante la nevisca, eran aplastado por un factor mucho mas pesado, tormentoso y peligroso: la obsesión.

Una semana antes de primavera esta nieve ya se había desaparecido, dejando ver la pobre flor aplastada y muerta por encima del infértil suelo, podrida, no le quedaba mas que volver a la semilla en vista de lo que la nieve le había causado.

La nieve muere, junto a su represión, pero, pasa algo, una metamorfosis palpitante, que con ayuda del sol natural se derrite y logra complacer la sed de las nuevas plantas, integrándose al verde pastizal, apoyo y hogar de los capullos.

Ahora estaba aquí, repitiendo la historia de hace un año, esperando tener un desarrollo y conclusión exitosa esta vez.

Volvía a prepararse para entrar al siguiente nivel educativo, sin haber acreditado a las exigencias del instituto familiar hacía meses ya, que si bien, hizo decaer y lloriquear a su padre, este contuvo toda su decepción y sufrió su pena sin perjudicar a su hijo, este mismo le había dicho desde un inicio que no quería ir, y con el tiempo, inclusive antes de conocer los resultados, se hizo a la idea de que si Dib no entraba, sería seguramente por falta de motivación.

Y así fue. Su estudiar se terminó convirtiendo en unas ojeadas muy pobres a las páginas, leyendo el primer párrafo de cada tema de su libro y fin, continuando cada que podía soportar tales gigantes, complejas y, como consideraba él, innecesarias definiciones.

Aún con esa poca información recabada en su gran cabeza, estuvo mas cerca de lo que esperaba a aprobar.

Por parte de su padre, tal vez no se hubiera decaído tanto si no fuera porque la dirección le solicitó un momento para hablar con él, donde prácticamente lo regañaron; era bien sabido la historia de los Membrana en tal instalación, ¿y cómo que su hijo no había pasado? Era una mancha tanto en su familia como en sus registros.

Le otorgaban otra oportunidad de ser partícipe, que sin embargo al hablarlo con su hijo, este decidió que no la tomaría, y que a pesar de que aún estaba a tiempo para presentar para las escuelas más normales, aún con prestigio, su descendiente le pidió permiso para tomarse un año sabático, que ese año había sido muy atareado para él.

En vista de que su padre quería un mínimo de explicación, tuvo que idearse algo para explicar tal traslación de tiempo, que si bien no le negaría lo pedido, quería saber el porqué, momento en que Dib sucumbió ante la tentación de sincerarse con él, y sí, le contó lo que había sucedido con Zim, con obviamente menos detalles y convirtiendo la historia en una en que eran ambos chicos humanos.

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