Capítulo 13: 𝐁𝐚𝐬𝐨𝐞𝐱𝐢𝐚

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Dib empezó a recorrer la habitación con su mirada, perdida

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Dib empezó a recorrer la habitación con su mirada, perdida.

¿A dónde quería llegar con todo eso? ¿Pasar buenos ratos con él y después volver con la programación de siempre? ¿Ser "enemigos"?. . . en realidad no le molestaba la idea, incluso resultaba una ventaja en su objetivo, se notaba que esto estaba distrayendo en grande a Zim, tanto como para estar días encerrado en su nave, ¿con qué argumento? ¿Era sólo una hipótesis? ¿Que si no lo veía por días se "curaría"?

'Un buen rato', no hay nada de malo con eso, ¿cierto? Claro, mientras no sea un extraterrestre de muchísimos años mayor que tú y que abiertamente te ha intentado asesinar; sí le preguntaran qué era lo más extraño que hubiera hecho en su vida, debía responder que mantener una relación física con un alienígena, ¡incluso se podía llegar a considerar fetichista!

Volteó a ver al pequeño extraterrestre a su lado, notando que su cabeza estaba apoyada en él, le pareció tierno.

Refunfuñó, pareció más una especie de suspiro, conocía el peso que aparecía algunas veces en su pecho, aunque las antiguas apariciones no tenían nada que ver con lo que le pasaba en el presente.

Nunca deseó tanto que Zim estuviera despierto, pero a la vez nunca ansió tanto que durmiese,  reconocía todos los cambios físicos y psicológicos que el alienígena habría de estar enfrentando, con esto, una idea llegó a su enorme cabeza, '¿Y sí estudio a Zim?'

No sonaba tan mal, era prácticamente lo que siempre había querido, ansiado y anhelado, sin necesidad de sacar sus tripas sobre una mesa de autopsias. . . O tal vez después, por eso se llaman experimentos.

Pero su cerebro se vio obligado a parar, puesto que la anatomía del pequeño Irken comenzaba a hacer movimiento, despertando por sí mismo.

Emitía quejidos de confusión y observaba todo su alrededor, llegando hacia la dirección del humano. Pestañeaba con cansancio, recobrando su energía de a poco.

Conforme pasó el silencio, ambos se miraban a los ojos, viendo más allá de éstos, sin reconocer más que la nada, Zim bajó la cabeza con un aura de decepción, inclusive puso una mueca reflejando ésto

—. . . Otra vez — Gruñó viendo el suelo.

Volvió a refunfuñar, ahora como lo hacía normalmente, tensó la mandíbula y empezó a vibrar sus cuerdas vocales, exhalando todo su aliento en una ola de impotencia

El más bajo se levantó, se posicionó en frente del contrario, poniéndolo nervioso por lo que planease

Inhaló una gran bocanada de aire, exhaló suavemente. Comenzó a patearlo y a golpearlo en un berrinche.

Dib se protegió con sus brazos intentando sujetar a los de su atacante, sin embargo terminaba soltando las extremidades por un especie de miedo, miedo a lastimarlo, realmente podía hacerlo, pero Zim era más fuerte de lo que parecía, y así como aguantó las peleas en un pasado, podría en un presente.

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