Capítulo 41: Comienzo

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La noche ya había surcado, la madrugada comenzaba

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La noche ya había surcado, la madrugada comenzaba.

La una de la mañana se asomaba por el reloj de la cocina y las calles estaban ya acallando el ruido que trae consigo el comienzo de fin de semana, todos empezaban a dormir y Tak vivía sin ello.

Cerraba un libro que había conseguido de una tribu de uno de los tantos planetas a dónde había ido a parar vagabunda, aún trataba de descifrar el lenguaje, de a poco lo iba logrando.

Esperó a que la mayoría de los humanos a su alrededor durmiesen, además de dar horas de precaución más al estado de Zim, este era el día en que se suponía él ya estaría sano, apenas surgiera la mañana saldrían de ese planeta, para lo que esperaba ella, no regresar jamás.

Esos últimos cuatro días, habían valido la pena.

¿Que pasaría con los esbirros de Zim? Gir seguramente sería echado a la basura, de dónde ella suponía había venido, pero, Minialce era muy agradable además de útil, ¿se lo quedaría? ¿la dejarían conservarlo? Ojalá y sí, después de todo Zim no lo necesitaría más.

Verificó la soledad del perímetro de nuevo y así sin más, retiró su disfraz, dando paso a subir al segundo piso después de toda la tarde y noche esperando, estaba nerviosa, claro, esto significaría el fin y el comienzo de un nuevo capítulo por fin en su desordenada vida, Zim, así como fue quien la destrozó, ahora sería quien le daría el pase a una nueva y muy conveniente oportunidad.

Una muy recompensada oportunidad. Quien diría que a fin de cuentas la denigrada existencia del pequeño Irken tendría un beneficio.

Solo faltaba ir a verlo, para así salir apenas surgiera el amanecer.

[ • 🕳️ • ]

Viernes a las tres de la madrugada y nada qué hacer. No quería volver a leer.

El techo parecía lejano, pero si alzaba la mano se acercaba mucho, él quería seguir viéndolo lejos, pausado, sin movimiento alguno

Sabía que ese día se suponía Zim saldría de su voot y Tak hablaría con él sobre lo que fuera que planeaba hacer, suponía que ya lo había hecho, tal vez se irían esa misma noche al espacio exterior y él solo estaba acostado tratando de dormir, conociendo que al día siguiente se dirigiría a su casa y esperaría ver solo un terreno vacío, tal y como antes de que Zim llegara al planeta, tanta incomodidad le causaba esa idea.

En ese hipotético momento sería el instante, en dónde se vería obligado a superar a Zim, aún cuando tuviera la esperanza de que éste volviera, Dib sería quien también se iría de todas formas.

Se estaba forzando él mismo a superarlo en ese momento, al no ir.

Sí, era de madrugada, pero no sería la primera vez en su vida que estaría a horas ridículas en las calles por Zim.
Solamente en todos los Halloween a qué horas llegaba a su casa por estar espiando o fastidiando al extraterrestre.

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