CAPITULO 5

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ALEX POV

Dejamos a la abadesa en casa y volvimos a galope rápido al palacio, Aria estaba más seria de lo normal, supuse que tenía que ver con la reina, quería preguntarle, pero no me atrevía

- ¿pararemos? – preguntó Mon El

- si, en la próxima aldea – dijo Aria

Escuché un silbido, y lo próximo que vi fue a Aria cayendo del caballo, este relinchó y corrió

- EMBOSCADA – dijo Max, Mon El arrastró a nuestra general y nos resguardamos, las flechas llovían desde distintos sitios

- ¿Qué demonios...? – escuché pasos apresurados y sonidos de metal chocando, un total de 20 personas nos hicieron una encerrona, saqué mi espada y me adelanté en batalla, luego Max me siguió, Mon El peleaba sin descuidar a nuestra general, tenía una flecha alojada en su costado izquierdo

Logré reducir a unos cuantos, pero llegó una mujer, ella tenía una máscara cubriendo su rostro parcialmente, era alta y esbelta, con vestiduras negras... chocamos espadas y retrocedí por la fuerza del impacto

- ¡mátenlos a todos! – dijo ella, entonces era la líder

La pelea con esa mujer era interminable, no sabía en qué estado estaban mis compañeros y eso me angustiaba, debíamos protegernos entre nosotros, y más importante aún, proteger a nuestra general

- ¡GENERAL! – gritó Max, volteé de inmediato, sentí un corte en mi brazo

- no te distraigas – dijo mi contrincante, esquivé su arremetida y continuamos luchando

Lo poco que pude ver, fue que mi general estaba de pie y luchando, teníamos que terminar con todos ellos

- eres buena, soldadita – dijo ella

- ríndete – dije

- ¿me estás dando órdenes? – sonrió, de un movimiento me hizo tirar la espada, apuntándome con la suya – te reuniré con tu creador – cerré mis ojos, pero escuché un choque de metales, abrí mis ojos rápidamente, mi general había interceptado el ataque

- ¡ayúdalos! – dijo ella, me levanté, tomé mi espada y fui a socorrer a mis compañeros

Dividía mi atención entre mis contrincantes y la general, ambas eran muy buenas peleadoras, tenían una esgrima magnífica

Aquella mujer pateó el costado de mi general, aprovechó su herida para atacar aquel sitio, y con su espada hizo un corte en la pierna de mi superior, quien cayó de rodillas

- fue una pelea honorable – dijo ella, yo estaba lista para atacarla, su mirada me atrapó por un instante, sonrió con burla - ¡RETIRADA! – los pocos hombres que quedaban en pie se alejaron

Los tres fuimos a socorrer a nuestra general, ambas heridas sangraban profusamente

- ¡debemos hacer un torniquete! – dijo Max, quitándose el guantete y desenredado el vendaje de su mano, hizo un nudo alrededor del muslo de nuestra general, quien dio un grito dolorido cuando se aplicó fuerza

- ¿Qué hacemos? – dijo Mon El, quien también sangraba... todos habíamos recibido alguna herida por la batalla

- seguiremos con el plan... iremos a la aldea – dijo nuestra general, jadeaba por el esfuerzo

La levantamos del suelo, y ella llamó a su caballo con un silbido

- ¿puedes ir sola? – pregunté bajito, ella asintió

DERRIÈRE LES PORTESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora