CAPITULO 39

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ARIA'S POV

Mi rostro me dolía terriblemente, Alex se había descargado con saña sobre mi... me sorprendí gratamente por la respuesta de Kara ante mi verdad, no sabía si su inocencia no le permitía ver la otra cara de la moneda, o si lo asimilaba por intereses propios aunados a su entera comprensión...

Escuché unos cuantos toques en medio de la bruma del sueño, atontada y con la lengua pesada di mi autorización

- ¡SANTA GOLPIZA LA QUE TE HAN DADO! – la voz masculina me hizo abrir los ojos rápidamente

- ¡Lex! – sin importar el dolor que sentía, me incorporé rápidamente, y una vez de pie me acerqué para abrazarlo con fuerza

- ¡mis costillas! – Se quejó

- ¡cállate y déjame seguir! – no lo solté hasta que escuché sus huesos crujir – Dios sabe cuanto te he extrañado – dije

- yo también te he extrañado mucho – besó mi frente – ahora... ¿cómo es que permitiste que tu soldado te golpeara? –

- me lo merecía – resté importancia - ¿a que se debe tu magnánima presencia? –

- venía para visitar a Lena – lo vi fruncir el ceño

- ¿pasa algo? –

- es solo... ¿confías en tus soldados? – elevé mi ceja curiosa

- claro, confío en ellas con mi vida... ¿por qué? –

- es solo que... Lena me ha dicho algo que me inquieta... -

- ¿es delicado? –

- si... -

- entonces no preguntaré – palmeé su hombro – pero si me preguntas por mis soldados y hablas de Lena, creo tener una idea... -

- ¿la tienes? –

- si, aunque me sorprende que Lena te hablara al respecto –

- está confundida, desolada... -

- creo que las cosas se arreglarán, si es que ella lo desea –

- sabes que jamás hemos actuado por nosotros mismos... ella tiene mucho miedo de que todo salga mal, todo eso es tan desconocido para ella... y el hecho de que escape de nuestro canon ideológico es peor... -

- Lex, ustedes dos ha tenido vidas tan complicadas y controladas... pero sé que, la visión de ambos va más allá de su doctrina, jamás me juzgaste cuando decidí contarte aquello... y eso ya es un avance, de ser otro, yo no estaría viva... -

- eres mi mejor amiga, creo que eso me hizo entenderte mejor... pero ahora hablamos de mi hermanita... -

- tu hermanita es un ser humano como tú y como yo –

- lo sé, y tampoco la juzgo, pero tengo miedo... -

- también temo por ella – suspiré – pero creo que su sentir está en buenas manos – susurré

- ¿por qué susurras? –

- porque las paredes tienen oídos -

- Es verdad... en fin... ¿cómo has estado?, me sorprendí mucho cuando mi madre me contó que te casaste –

- lo hice por el bien del reino –

- ¿segura? –

- si – dije solemne

- me sorprendió mucho tu decisión... ¿él te trata bien? –

- si, es un buen hombre y excelente esposo – sonreí – no tienes que temer por mi, en verdad estoy bien –

DERRIÈRE LES PORTESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora