CAPITULO 96

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LEX POV

Estaba terriblemente preocupado por el curso de los acontecimientos, mi madre ahora estaba mostrando sus verdaderas intenciones, y su camino a la gloria no estaba dejando nada más que victimas... ¿de qué servía una historia así si estaba escrita con sangre?, ella poseía un poder casi absoluto siendo la cabeza de la iglesia...

- Padre, hemos llegado – dijo el soldado mientras abría la portezuela del carruaje

- gracias, hijo –

Entré al palacio, estaba seriamente custodiado por soldados papales y aquellos adeptos a mi madre, continué con mi camino directo a la alcoba que me habían asignado

- por favor, refrésquese, la reina lo espera en la oficina –

- está bien, gracias hijo –

Me tomé mi tiempo para ducharme, luego bajé a las cocinas para obtener un poco de pan, y una vez saciado, subí a la oficina donde estaba mi madre

- madre... - llamé en cuanto el soldado cerró la puerta tras de mi

- ¿Qué te ha tomado tanto tiempo? – se levantó de su lugar

- lo siento, estaba hambriento –

- está bien... siéntate – ordenó

- ... -

- imagino que te has enterado de lo que ha ocurrido –

- no sé de qué me habla, ¿Qué ocurrió? –

- secuestraron a tu hermana –

- ¿Qué? – sentí un horrible peso en mi pecho

- se la han llevado los bandidos – su gesto era de furia pura, no noté una pizca de preocupación en su semblante

- pero... ¿ya la están buscando? –

- si, Aria designó comitivas para que peinaran las áreas... encontrar a Lena es de alta prioridad -

- ¿por qué ella? – sentí unas profundas ganas de llorar

- porque es mi sucesora, quieren debilitarme –

- ... - claro, si madre no tenía un sucesor para su puesto, el cónclave elegiría por si mismo... no tendría a nadie bajo su pleno control

- por ahora... tú serás el camarlengo – suspiró – no puedo dejar que el cónclave elija nuevo papa, Lena será quien me suceda –

- entiendo... -

- otra cosa... -

- ... -

- necesito que hables con Aria –

- ¿pasó algo? –

- está con la estúpida idea de marchar al frente, así que quiero que hables con ella y la convenzas de que debe quedarse en la capital –

- pero madre, ella es la general, tiene que ir al frente por sus tropas –

- hay 3 generales más para la labor, solo haz lo que digo –

- está bien – me levanté - ¿necesita algo más? –

- no, vete –

- si, madre –

Salí de la oficina, y pregunté al soldado donde se encontraba la general

- ella está en sus descansos, Excelencia –

- gracias, hijo –

Recorrí el tramo que me separaba de ella con rapidez, en cuanto llegué, golpeé, escuché su autorización para pasar, cerré la puerta tras de mi

DERRIÈRE LES PORTESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora