DERRIÈRE LES PORTES

CAPITULO 69

KARA'S POV

Me alegré de saber que Alex ya había llegado al asentamiento con Sam, la extrañaba demasiado... consideraba injusto que nos separaran de nuevo solo por algo tan... ¿tonto?

La teniente Lucy me acompañó durante varios días para continuar con mi rehabilitación, pero no podía dejar de pensar en mi abadesa ¿por qué no volvió a visitarme?, necesitaba verla, sentirla cerca, poder verme reflejada en sus preciosos ojos

- ¿Kara? – Nía llegó a mi habitación

- Nía... ¿Qué ocurre? –

- no es nada, solo que has estado muy distraída ¿te encuentras bien? –

- si, lo estoy – sonreí - ¿cómo ha estado todo? –

- bien – se acercó a la cama – bueno, las cosas están un poco tensas... - dijo bajito

- ¿a que te refieres? – respondí en el mismo tono

- no estoy enterada, pero tanto Lena como el Santo Obispo lucen muy preocupados – las campanas comenzaron a sonar – tengo que irme –

Ya no podía con la inquietud, necesitaba saber algo sobre lo que fuera que estuviese pasando, pero... ¿cómo lo abordaría?

La timidez me ganó, y pasaron otros 10 amaneceres sin poder hablar con mi amor

- ¡arreglen la habitación de la general! – gritó una de las hermanas

- la general – me sentí feliz por ello, Aria había regresado

Aria vino a visitarme en cuanto el sol se ocultó, traía cargando a cuestas un baúl

- mi pequeña soldado –

- ¡Aria! – me levanté forzosamente, ella soltó el baúl y se acercó para evitar que cayera

- ¿Qué crees que haces? – dijo preocupada

- no te preocupes, el doctor ya me dio permiso para caminar... y estoy rehabilitándome –

- me has asustado -

- lo siento – dije tímida – que gusto que has vuelto –

- de venido de paso, para ver cómo estás – la abracé y mi gesto fue correspondido

- ¿cómo van las cosas? –

- extrañas – confesó, me guió hasta la cama y me sentó al borde, ella se encaminó hasta el baúl y lo abrió, sacando el peto de una armadura – a ver... - se acercó a mi y me lo colocó – si, es justo de tu medida –

- ¿y eso? – pregunté

- por si las dudas –

- es muy bonito –

- pertenece al ejército de Galia –

- Aria... ¿Qué está pasando? –

- pequeña Kara, la guerra es inevitable, necesito asegurarte de alguna manera –

- pero... ¿siendo guerrera de Galia? –

- no puedes portar una armadura de Daxam, y mucho menos un distintivo papal –

- ¿Cuándo podremos hablar bien? – ella había susurrado todo este tiempo

- cuando estés lista para dar un paseo conmigo fuera de este sitio –

- está bien... ¿Cuánto tiempo te quedarás? – pregunté mientras ella retiraba el peto y lo acomodaba nuevamente en el baúl, dejó la enorme caja justo en la esquina de la cama