DERRIÈRE LES PORTES

CAPITULO 90

LILLIAN'S POV

Todo estaba saliendo tal y como lo había planeado, poseía el control total del ejercito del reino y las tropas papales.

- Dios dispuso esta misión para mi – Andrea estaba frente a mi

- si, mi reina... serás tú quien lleve este reino a la gloria – ella sonreía

- lo sé –

- ¿Qué harás cuando conquistes Kryptón? – preguntó

- ir por las naciones más pequeñas – respondí con obviedad

- ¿conquistarás Galia también? –

- no... Galia es de Aria, estoy segura de que ella será una buena dirigente –

- confías demasiado en ella... ¿no crees? –

- me ha mostrado más lealtad que cualquiera – acaricié su rostro – y me ha servido para mis planes –

- yo también pude haber servido para tus planes... te he sido fiel desde un principio –

- Andrea... jamás tuviste el talento que ella si... jamás pudiste seguirme en cuanto a destreza, eres una excelente soldado, pero careces de cosas que ella si... solo siéntate a esperar, te aseguraré un puesto muy alto en el reino –

- no quiero un puesto en el reino, Lillian... te quiero a ti – ella se acercó para intentar besarme, la empujé con fuerza

- no te atrevas a intentar tocarme de esa manera – dije furiosa

- ¡te amo!... te amo Lillian... - intentó acercarse nuevamente y yo retrocedí

- yo no te amo Andrea, entiende eso de una vez... -

- la viste a ella... la amaste a ella... le entregaste todo a ella... y ella no te ama realmente – sonrió

- ¿Qué estás diciendo? –

- estás tan ciega de amor por esa... que no has visto lo que hace justo en tu presencia –

- déjate de rodeos y dime –

- tu flamante general baja todas las noches a las mazmorras para visitar a la prisionera – se acercó para tocar mi rostro – ambas están conspirando en tu contra... siguen siendo amantes... se burlan de ti a tus espaldas –

- ¡mientes! –

- no miento Lillian... puedes preguntarles a los otros prisioneros, e incluso a algún vigía – suspiró – te está engañando y no quieres darte cuenta –

- lárgate –

- me iré, pero que sepas Lillian... yo jamás te traicionaría –

Aún cuando no creía lo que Andrea me decía, ideé algo para poner a prueba a mi amor, mataría dos pájaros de un solo tiro, comprobaría su fidelidad y me desharía de la asquerosa mujer que ocupaba la mazmorra

Cuando anocheció, decidí que llevaría a cabo lo que había pensado, pedí a uno de los guardias que enviara a Aria rumbo a las mazmorras, y yo me adelanté

- ¿disfrutas de tu estadía aquí? – pregunté en cuanto llegué a la celda, ella estaba sentada en un rincón de la celda, sus cabellos estaban desaliñados y el camisón completamente sucio

- si, ha sido un paraíso – respondió

- me alegro mucho, un lugar digno de una mujer como tú –

- felicidades por tu ascenso, no pudiste ganarte el trono jugando limpio –

- todo esto es gracias a mi amada Aria... - pude ver el resentimiento en su mirada, sonreí – y quien iba a pensar que le harías más sencillo derrocarte – suspiré – no te culpo... Aria es un hermoso ángel, cualquier mortal se enamoraría de ella –