CAPITULO 10

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LENA'S POV

Ella llegó del pueblo completamente decaída, si no supiera que la general es una mujer intachable, pensaría que ella le hizo algo...

Su rostro estaba triste, y me sorprendí por la ausencia de desastres...

Después de que la general se marchó, me propuse a averiguar qué era lo que ocurría, pero no sabía cómo proceder... fui posponiendo la charla, hasta que llegó el día para empezar a movilizar a las hermanas rumbo al palacio papal, la papisa dispuso carruajes para el trayecto

- ya sabe cómo funcionan las cosas, hermana Cat – dije – en cuanto llegue, asegúrese de acomodar primero a las hermanas, luego a las novicias -

- ¿no vendrá? – preguntó

- seré la última, debo atender unos asuntos –

- comprendo excelencia –

El último carruaje se marchó, entré a la abadía, y me encaminé directo a mi oficina, saqué los papeles que debía diligenciar y me senté a formular las cartas.


KARA'S POV

Aria me había aconsejado que me concentrara en otras cosas para distraerme del dolor que estaba sintiendo en estos momentos, y encontré en la tierra y las labores de la granja justo lo que necesitaba

Terminé de servir el maíz para el almuerzo de las gallinas y salí, verifiqué que todo estuviera bien y me encaminé a mi habitación

- qué extraño – dije al notar que no había ninguna hermana por ahí - ¿hola? – caminé a paso rápido para ver si me encontraba a alguien, no tuve resultado alguno - ¡carajo! – claro, hoy era el día en el que debíamos marcharnos al palacio papal – que hago ahora... -

El sitio estaba desolado, y las puertas cerradas, no tenía como salir ¿Qué haría ahora? ¿moriría aquí?... no, no podía morir aquí...

Me fui a mi alcoba para intentar descansar, saqué un dulce de los que Aria me había regalado y lo metí en mi boca, tenía que pensar en lo que haría...

A eso de las 7 de la noche bajé a la cocina, debía prepararme algo para comer, pero me llené de miedo cuando encontré los candelabros encendidos... caminé temblorosa, tenía miedo... en cuanto entré a la cocina, vi una silueta negra

- ¡AHHHHHHH! – Grité aterrorizada

- ¡AHHHHHHHHH! – la silueta se volteó, mostrando su rostro

- a... ¿abadesa? –

- ¡POR CRISTO BENDITO! ¿Qué haces aquí? –

- yo... ah, olvidé lo que haríamos hoy y... ¿por qué está aquí? – pregunté – es decir, estoy aliviada, pero... pensé que estaba completamente sola... -

- el carruaje no vendrá hasta mañana, te irás conmigo – dijo, asentí

Ella preparó sopa y pan, comimos juntas y en completo silencio, cada tanto la miraba, una belleza así no debía existir...

Nos deseamos las buenas noches y nos fuimos a nuestras respectivas alcobas, me recosté, y el sueño vino a mí de manera rápida

Desperté por unas voces extrañas, me levanté y salí de la habitación

- busquen la oficina – esa era una voz masculina... que estaba pasando?

- ¡hey tú! – escuché que alguien gritó, salí corriendo rumbo a la habitación de la abadesa

DERRIÈRE LES PORTESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora