CAPITULO 64

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ALEX' POV

Me sentía realmente triste por dejar a Kara en estos lugares, quería volver y suplicar clemencia para que me dejaran quedarme

- Alex -Sam me llamó, llevábamos un día cabalgando rumbo a la frontera

- estoy bien – sonreí

Sam se adelantó para poder guiarnos, puse especial cuidado a la ruta, llevamos cuando el sol estaba mostrándose por el horizonte

- es aquí – dijo ella antes de silbar, alguien le respondió de la misma manera

Cabalgamos hasta llegar a una cascada

- ¿Qué hay aquí? – pregunté

- uno de los asentamientos – respondió ella

- ¿y que fue eso de allá atrás? –

- avisé a los centinelas de que no atacaran –

- pero... ¿cómo es que los soldados imperiales y papales no han podido detectar este lugar –

- cualquiera que se atreva a atravesar este lugar... será asesinado –

Escalamos por las piedras resbalosas hasta adentrarnos por completo en la furiosa cascada, atravesamos una cueva y luego...

- esto es... - estaba sorprendida, dentro de la montaña había una ciudad subterránea

- bienvenida al asentamiento, bienvenidos... - sonrió

Observé curiosa el lugar, las vigas estaban hechas de guadua, las casas del mismo material, era casi un paraíso... hombres, mujeres y niños vivían aquí

- es sorprendente – no podía salir de mi estupefacción

- Aria propuso lugares estratégicos para construir los asentamientos, lugares ocultos en zonas boscosas muy espesas, o en sitios en los que nadie se atrevería a entrar – explicó – preparen una cabaña para los invitados – pidió a uno de los hombres que al parecer servía como soldado

Decidí ducharme para sacar de mi piel todo el polvo y sudor que había recolectado durante el viaje, salí de mi habitación y pregunté por Reign, ellos me guiaron hacia otra cabaña, ella estaba reunida con los soldados

- estaba dándoles una misiva para Aria – dijo ella mientras enrollaba el papel

- ¿puedo escribir una carta para mi hermana? – pregunté tímida, ella asintió

- no te preocupes Alex, entablaremos una ruta para que puedas comunicarte con ella – asentí agradecida, Sam me ofreció una pluma y papel para escribir, le relaté que ya habíamos llegado, y que la amaba infinitamente.

Tiempo después llegó uno de los mercenarios para susurrarle algo al oído, ella asintió

- por favor, pasemos al salón de guerra –

Los seguimos en el trayecto, esta ciudad estaba muy bien construida...

- es un gusto volver a verla, jefa – dijo uno de los hombres

- es bueno volver – me sentí irritada ¿Quién es ese tipo? – bien... ¿Qué noticias tienen? – preguntó ella

- ninguna, mi señora –

- ¿ningún movimiento extraño?, Aria está preocupada, porque hay rumores sobre la infiltración de soldados kryptonianos –

- no mi señora, puedo asegurarle que no hemos visto nada inusual... -

DERRIÈRE LES PORTESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora