CAPITULO 45

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ANDREA'S POV

Abrí mis ojos sintiendo un dolor agónico, no sabía que dolía más, si mi rostro o mis manos

- capitán – una voz masculina se hizo presente – por favor tranquila –

- que... do... donde estoy... -

- en el palacio papal – él acercó una botellita a mi boca, vertiendo un líquido de sabor dulce y herbal – se sentirá mejor, por favor no se mueva mucho – no podía mover las manos, y claro, la maldita duquesa me había roto todos los dedos

- quiero... quiero hablar con la papisa – logré decir, la lengua la sentía adormecida

- si capitán – escuché que la puerta se abrió y cerró, esa maldita Aria me las iba a pagar una a una, puede que no ahora, pero juraba por Dios que lo haría

- despierta... - abrí mis ojos, contemplando con más lucidez con cada parpadeo a la mujer que me robaba el sueño

- Lillian – quería levantarme y abrazarla

- ¿cómo te sientes? –

- mucho mejor... ahora que estás aquí... -

- has armado un lío terrible, ¿cómo se te ocurrió provocarla de esa manera? – sentí unas terribles ganas de llorar, no era justo

- ¿por qué siempre estás de su lado? ¡te he dado mi vida! –

- ¡no estamos hablando de eso!, eres una estúpida, te dije claramente que no hicieras nada como eso... ¡atacaste a una soldado del tratado! –

- me arrepiento de no haberla matado... - la opresión en mi pecho era tanta que sentía que me ahogaba, quería gritar

- no pudiste seguir una maldita orden, te envié a la abadía para que vigilaras todo y para que protegieras a mi hija ¿sabes en que posición me pones ahora? –

- no es muy difícil hallar un veredicto – dije con voz contenida – pena capital para la teniente Danvers, y envía a la estúpida duquesa a casa –

- ¿de que hablas? – preguntó

- fueron ellas quienes me dejaron así – intenté sentarme, fracasando miserablemente

- no lo entiendes – negó – aquí no importa quien haya atacado a quien, importa quien comenzó –

- ¡COMENZÓ ESA INFELIZ! –

- ¡deja tus berrinches!, escúchame muy bien Andrea Rojas, llevas las de perder en este caso, porque atacaste a una soldado perteneciente al tratado –

- tengo derecho a defenderme... - sentí las primeras lágrimas escapar – debes defenderme –

- no haré nada, ni por ti ni por ella... ambas llevarán el juicio de manera legal –

- no puedes hacerme esto... -

- no te estoy haciendo nada... tú te metiste sola en este problema, ruégale a Dios que las cosas no salgan mal para ti – se marchó de la habitación, dejándome completamente sola.

Tenía que poner las cosas a mi favor, mi rango y mi posición nobiliaria me ayudarían a ello, sabía que no tocarían a esa maldita, pero si podía vengarme usando a las personas cercanas a su corazón, entonces bien valía la pena

- empezarás a pagar –


ARIA'S POV

Estuve sola una gran cantidad de tiempo, aún cuando mi mente había hilado una estrategia, tenía mucho miedo por Alex, después de todo fue ella quien la golpeó.

DERRIÈRE LES PORTESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora