DERRIÈRE LES PORTES

CAPITULO 84

DIANA'S POV

El tiempo pasaba de la manera más lenta y monótona posible, la desesperación de la que era presa no me dejaba en paz ni un momento, solo era consciente de que los días pasaban por la salida del sol...

La puerta se abrió, no me tomé la molestia de mirar quien era...

- Diana... - esa voz me hizo reaccionar... con asco

- Steve – mencioné su nombre, pero aún así no quería verlo

- ¿cómo estás? – preguntó, sus pasos se acercaron

- de maravilla... necesitaba un descanso –

- ¿podrías mirarme? – preguntó, me levanté para encararlo

- que ocurre Steve –

- quiero que me expliques que es lo que ha pasado – exigió - ¿por qué te capturaron? –

- ¿no te dieron detalles? –

- no... Diana... ¿Qué hiciste? –

- enviar una simple misiva para negociar con el Rey Tristán... - sacudí mis hombros – parece ser que fue un acto de alta traición –

- eso es terrible –

- ¿de que te quejas? – sonreí – en mi ausencia... has tomado posesión de la corona... puedes hacer lo que se te da la gana... dime Trevor... ¿a que has venido? –

- ¿Cómo puedes pensar eso de mí? – frunció el ceño – te he amado toda mi vida... he estado a tu lado siempre... ¿Cómo puedes pensar que soy feliz con tu suerte? –

- ¿y no es así? –

- ¡claro que no! –

-oh... entonces... ¿Qué es lo que haces aquí? –

- quiero salvarte – enarqué mis cejas

- salvarme... ¿y de que manera? –

- puedo convencer a Su Santidad de que no proceda con el juicio... -

- ah... ¿y que te hace pensar que ella accederá? –

- ¡soy el rey! –

- las cosas no funcionan así – negué – no te hará caso –

- claro que lo hará... - sonrió – pero... -

- pero ¿qué? –

- yo convenceré a Su Santidad de que te deje ir, a cambio de algo –

- oh... ya sabía que había algo detrás... ¿Qué es lo que pides? –

- quiero que me des la corona oficial del reino... quiero ser el rey en funciones... -

- quieres que revoque el matriarcado sobre la corona del reino... ¿es eso? –

- si... quiero que sigas siendo mi reina, pero llevarías la corona regente –

- eres increíble... - comencé a reír

- ¿Qué? –

- ¿crees que el pueblo te querría como rey? – negué – no Steve, las cosas no son así... podrás tener la corona oficial cuando yo muera – suspiré – y ahora que lo pienso... morir no es tan malo si lo comparo con pasar el resto de mis días a tu lado -

- ¡ERES UNA MALAGRADECIDA!, he venido a proponerte una solución, A SALVARTE DE MORIR... ¿y sales con esto? –

- bueno... te soy sincera... no pensé en ti ni un solo instante, y tampoco te veo como mi salvador... si eso es todo lo que tenías para decirme, puedes marcharte... no gastes más saliva conmigo –