CAPITULO 36

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ARIA'S POV

Una misiva llegó desde Daxam, Astra me había enviado la notificación de su llegada, pude respirar tranquila, nunca se sabía si el mar estaba bravío y decidía hundir las embarcaciones

- ¿todo bien? –

- si – observé a Marcus, tenía el hábito de desfilar sin camisa – he enviado una misiva a mi hermano para que te devuelva lo que me has prestado – sonreí – gracias –

- no hay problema – se acercó y me abrazó – yo solo quiero que estés bien –

- nunca terminaré de agradecer todo lo que has hecho por mi... -

- sabes que lo hago con todo gusto, te quiero –

- yo también te quiero –

- ¿Cuál es el próximo paso? –

- me temo que tendré que ir a Daxam, debo dar muchas explicaciones –

- ¿volverás? –

- puede ser, eres mi esposo –

- ¿por donde te irás? –

- bueno, ahora que me he casado contigo... puedo cruzar por Kryptón –

- el viaje se te hará más largo –

- mejor, necesito pensar –

- cuando piensas, nada bueno sale de eso –

- sabes porqué lo hago, y no voy a detenerme hasta lograr mi objetivo –

- y cuentas conmigo para lo que quieras – me dio un beso en la mejilla - ¿Cuándo partirás? –

- 3 amaneceres –

- espero y me envíes misivas, quiero saber que tal te va –

- lo haré... -

Cuando llegó el momento de mi partida me llené de nerviosismo, la primera persona en mi lista para enfrentar era Lillian, no quería imaginar lo que iba a decirme...

Marcus insistió en que me llevara una pequeña comitiva para que me acompañaran, me dio un beso y me despidió, galopamos durante todo el día, y solo cuando la luna estuvo en su apogeo decidí que podíamos parar a descansar, demoraríamos 6 amaneceres si seguíamos con este ritmo...

El viaje fue terriblemente cansado, sin ningún inconveniente como logré preverlo, y cuando pisé la frontera de Daxam, quise volver corriendo con Marcus.

- ¡GENERAL! – saludó uno de los soldados que custodiaba, lo saludé y este me dio el paso.

El regimiento nos acogió, nos brindó agua y comida, decidí que nos quedaríamos en el campamento por esta noche, y mañana cabalgaríamos hasta la ciudad papal.

- que tal va todo – me acerqué al capitán

- ha estado tranquilo, han empezado a llegar recursos para comprar comida, creo que la situación está mejorando –

- eso me alegra –

- estamos esperando sus órdenes – me miró

- por ahora... solo descansen, y vigilen cualquier irregularidad –

- eso hacemos –

- pronto llegará un cargamento, dentro de él hay algo, quiero que lo abras y lo disperses entre las personas que creas fieles –

DERRIÈRE LES PORTESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora