CAPITULO 35

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DIANA'S POV

Un velo de angustia y desolación cubría mis pensamientos, una vez más ella se estaba sacrificando por mi... ¿y yo que hacía?, seguir atada al destino que había elegido, cada día me arrepentía más y más de no haber seguido mi corazón, sentía tanto dolor en mi alma que traspasaba a la barrera física.

15 amaneceres pasaron desde su partida, soñaba el momento en que ella entrara al salón del trono, se hincara y me contara como le había ido en sus misiones, pero eso jamás pasó... en cambio, todas las noches me escabullía de la habitación que compartía con aquel idiota y me colaba en su recámara, me acostaba en su cama e imaginaba que la sábana que cubría mi cuerpo desnudo eran sus caricias...

- ¡mi señora! –

- ¿pasa algo? – lo miré con atención, era la mañana número 16

- el buque de la Comodoro está atracando puerto – me permití sonreír

- excelente – la ansiedad comenzó a bullir en mi estómago, la vería de nuevo, la besaría y le reprocharía el haberme dejado por tanto tiempo

Una gran cantidad de carretas comenzaron a llegar luego de la media noche, soldados ataviados con armaduras del imperio de Galia cuidaban las cargas, estuve vigilante al movimiento dentro del palacio, observé como sacaban cofres enormes que debían ser cargados de a 4 soldados

- mi señora –

- comodoro – nombré

- ¿Dónde debemos ubicar todo esto? – preguntó

- ¿Qué es? –

- lo que se ha prometido, metales y dinero para lo que usted necesite – abrí mis ojos sorprendida, no sabía que era que...

Los metales los llevaron a las herrerías cercanas, y el dinero directamente a la habitación donde se guardaba el patrimonio...

- comodoro – ambas estábamos en mi oficina luego de terminar las labores

- mi reina – sacó un sobre del compartimento en su capa y me la extendió – es de parte de la general – agarré la carta, notando el sello estampado en cera para cerrarlo

- ¿por qué no está aquí? – le pregunté, tuve una horrible sensación de vacío

- la general ha dicho que todas las respuestas están en esa carta, ahora... si me disculpa, me gustaría irme a descansar –

- si comodoro, puede irse –

Ella salió de la oficina cerrando la puerta tras de si, respiré profundo un par de veces, y luego de sentarme tras el escritorio decidí abrir la carta

"mi amada Diana"

Si te encuentras leyendo esta misiva, es porque ya todos han llegado al palacio, y no te imaginas cuanto me alegro, porque eso quiere decir que la carga está a salvo... estoy segura de que te preguntarás donde estoy, por qué ha llegado tanto material desde Galia... creo que ya sabes la respuesta, me he casado... me he casado con el rey Marcus, esta es una decisión que he tomado por mi misma pensando en el bienestar de las personas que quiero, antes de irme te dije que lo que más deseaba en el mundo era tu libertad y felicidad, que deseaba protegerte a toda costa, y este es el precio que debo pagar... un precio relativamente bajo si tengo en mente que tu bienestar está asegurado...

No tengo palabras para decirte cuanto te quiero, no tengo lágrimas para llorar por todos nuestros sueños frustrados ni memoria para recordar todos aquellos fracasos, pero quiero pensar que todo estará bien a partir de ahora, y que esta es una manera de redimirme por no ser fuerte para ti, quiero que sepas que, donde quiera que esté mis pensamientos son para ti, y los latidos de mi corazón llevan tu nombre, que te amaré hasta el último día de mi vida y que espero podamos reencontrarnos en otro mundo, en otro lugar donde tú y yo podamos ser plenamente felices, sin rangos que nos separen ni errores que nos lastimen...

DERRIÈRE LES PORTESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora