CAPITULO 66

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KARA'S POV

Me sentí en casa en cuanto llegamos a la abadía, Nía me abrazó con fuerza, y yo repetí su gesto con cariño

- que bueno que estés bien –

- gracias Nía, es bueno volver –

- puedo preguntar... ¿dónde está la teniente y la duquesa? –

- mi hermana fue exiliada como castigo – sentí ganas de llorar nuevamente – y Sam... bueno... ella la acompañó en su exilio, ambas se fueron para Galia –

- oh... lo lamento Kara –

- creo que era lo mejor... era eso... o tortura para mi hermana –

- que terrible –

Ella se quedó conmigo un rato más, luego tuvo que marcharse a la misa nocturna

- ¿Kara? – Aria abrió la puerta

- Aria... -

- cariño – se acercó – mañana tendré que marcharme con la reina para firmar el pacto –

- ¿tan pronto?... –

- lo siento... -

- está bien, lo entiendo... -

- en cuanto tenga noticias de Alex te las haré llegar, no te preocupes... -

- ¿Cuándo podré verla de nuevo? –

- cuando te repongas de tu lesión y puedas andar a caballo –

- ¿me lo prometes? –

- por supuesto que si – besó mi frente – te daré la oportunidad de encontrarte con ella – sonrió

Lena pasó luego de un rato para darme las buenas noches... mi hermosa abadesa... tanto la amaba...

La mañana llegó, y con ello la despedida de Aria, ahora me quedaba sola, pero no podía derrumbarme

- no te preocupes cariño... vendré seguido para visitarte – acarició mi rostro, asentí mientras contenía las lágrimas

- espero verte pronto – respondí con voz ahogada

- claro que si – sonrió – por lo pronto... necesito que te recuperes rápido –

- lo haré – recordé su promesa

- bien, entonces nos vamos... Ilustrísima... muchas gracias por cuidar de mi hija durante su convalecencia –

- no general, gracias a ustedes por protegerme, por protegernos –

- es un privilegio servirle –

- tengan un buen viaje, que Dios ilumine su camino –

- amén –

Esa misma tarde llegó la comitiva de Galia que custodiaría la abadía por dentro

- mi nombre es Lucy, y soy la teniente de tropas terrestres del imperio de Galia, es un privilegio servirles – me miró – princesa –

- gracias -

Luego llegaron las soldados enviadas por la reina, y por último, las soldados papales

- bien, ah... - estaba nerviosa - tendremos una reunión para planear una estrategia –

- de acuerdo –

- pueden usar mi oficina para ello – ah mi abadesa...

- gracias Ilustrísima –

En cuanto entramos todas, la puerta se cerró

DERRIÈRE LES PORTESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora