DERRIÈRE LES PORTES

CAPITULO 42

ARIA'S POV

Me levanté de la cama en cuanto el sol dio la primera caricia a mi rostro, me sentía de mal humor y me dolía la cabeza, me duché con agua fría y me vestí, no tenía mucha hambre así que decidí salir a deambular por ahí, las hermanas estaban en sus respectivas labores y mis soldados dando la primera ronda.

- mira quien se atreve a salir –

- capitán, que gusto verla –

- no puedo decir lo mismo, te ves terrible –

- gracias por el halago –

- escuché que te cásate –

- efectivamente –

- te vendiste como la ramera que eres al mejor postor –

- por supuesto – sonreí – al menos a mi me quieren de esa manera... ¿Qué puedo decir de usted? –

- no tengo que recurrir a esas bajezas –

- porque la persona que usted quiere con desesperación no le corresponde –

- cállate –

- ¿me equivoco? – me acerqué un poco – capitán, estoy enterada de absolutamente todo... dígame... ¿Qué se siente? –

- maldita... -

- debe doler que no la quiera, y aún así, usted sigue detrás, como un perro, ¿le da las migajas? –

- CÁLLATE –

- debería controlar el tono de su voz, si las hermanas vienen... nos veremos obligadas a hablar... y no queremos que se sepa que usted desea a una mujer... ¿o sí? –

- tenemos la misma condición – se veía iracunda

- pero a diferencia de usted... yo soy una mujer casada así que, según nuestro canon de fe, yo estoy bien... -

- que vio en ti... no eres nadie... -

- ¿no cree que debería preguntarle a ella?, le dirá las innumerables cualidades que poseo, si bien no tengo un título de alcurnia desde mi nacimiento, soy superior a usted en todos los aspectos, yo no tengo nada en que esconder mi falta de talentos –

- usted no es nadie –

- soy la reina de Galia... y la general del imperio de Daxam –

- no será siempre así –

- cierto, pero puedo asegurarle capitán... jamás me verá caer –

Seguí mi camino antes de que siguiera hablando, Andrea era una mujer que me desesperaba por su altanería, ella estaba perdidamente enamorada de Lillian, y parte de su odio por mi es porque la alta mandataria me eligió como su concubina... obviamente no me enorgullecía, yo era la principal detractora de esa relación...

Me recosté en el jardín para mirar el cielo, era uno de mis paisajes favoritos junto la vista del océano, quería recostarme en aquellas nubes y dormir relajada, con la certeza de que todo estaba bien...

FLASHBACK

- ¿estás viva? – escuché esa maravillosa voz, me permití sonreír, pero no respondí - ¡PONME ATENCIÓN! –

- ¿pasa algo princesa? –

- llevas mucho tiempo acostada ¡pensé que habías muerto!... no parpadeabas –