Cincuenta y cuatro; ❝Reunión de la prosperidad❞

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—¡Yoongi, tienes que bajar en seguida! —chilló su madre, emocionadísima— Dios, cielo, busca algo decente en tu armario —gritó, empezando a revisar con la única intención de revolotear todo. Yoongi frunció el ceño. Ahí iba toda su limpieza por el caño. Por otro lado, ¿no le había pedido ella que se mantuviera toda la cena encerrado en su cuarto? A estas alturas no le molestaba, hasta lo veía como una opción razonable. Nunca había tenido ganas de fingir frente a las visitas, pero ahora ni siquiera podía esforzarse en lo más mínimo. Esta situación era una real mierda.



—¿Pasa algo? —preguntó a secas.



—Algo demasiado bueno. Tienes que bajar, AHORA —y lo tiró del brazo sin importarle más nada. Yoongi la siguió, totalmente confundido. Cuando llegaron al salón, Yoongi se sintió avergonzado de la simpleza de su vestuario a comparación de los invitados. Era un estropajo andante y sólo quería dormirse para no volver a despertar.



Oh, ahí estaba Jin, y sus miradas acababan de malditamente cruzarse.



Lucía precioso con ese traje café..., y estaba tan ajustado que Yoongi podría arrancarle la ropa incluso si estaba demasiado entristecido como para hacerlo.



Namjoon era un bastardo con suerte.



—Me alegra que estemos todos reunidos, ¡pueden continuar! —sonrió superficialmente la mujer, encantada. Namjoon repartió un par de miradas vagas con el resto de los alfas, y tras una aceptación de cabeza, prosiguió en lo que sea que tuviera que decir. ''Ah, ahí está'' se dijo el omega, rodando los ojos.



—Seguramente piensen que he perdido la cordura con lo que les voy a anunciar —rio con autenticidad el alfa. Los demás le siguieron el chiste. Sólo Yoongi suplicaba por volver a encerrarse en su recamara. El cinismo de la gente desconocida le rasgaba las entrañas—, pero jamás he estado tan seguro en mi vida respecto a algo. He cambiado radicalmente gracias al impacto que ha causado Jin en mi vida, sé que todos pueden dar fe de eso —Yoongi elevó una ceja, no entendiendo el porqué de la mención de Seokjin en el asunto. ¿Por qué sus ojos brillaban tan jodidamente tanto? Bueno, ¿cómo no hacerlo? Se trataba de la existencia de Seokjin. Si fuera su novio, probablemente también lo estuviera sacando en cara cuanto pudiese.



—Y este último tiempo con nuestra relación formalizada no ha hecho más que mejorar todo —volvió a carcajearse. ''Dios, alguien arránquele esa estúpida sonrisa de su cara'' masculló con odio el omega—. Es por eso que estamos —tomó la cintura de su omega, suspirando enamorado. El pequeño Min apretó los puños, mirando a su alrededor, especialmente a la sonrisa más que emocionada de su madre. Y de pronto revisó a sus hermanos, que en breve le devolvieron miradas de lástima. Frunciendo el ceño, regresó al frente para hacer de nueva cuenta que no había entendido lo que sí. Así Yoongi entendió—: ambos —recalcó, y la cabeza de Min punzó—, totalmente seguros de lo que queremos para nuestro futuro..., y en ese futuro deseamos pertenecernos el uno al otro, estar juntos hasta las cenizas. Sin más merodeos, y sin ganas de que exploten de la ansiedad —bromeó. ''No, no, por favor, que no sea lo que estoy pensando'' suplicó el menor, su corazón corriendo a toda máquina. Sus oídos dolían, su mandíbula apretaba, su jodida existencia erizaba cada respiro—, ¡lo confieso!; lo hemos mencionado un par de veces, y yo he sido el insistente, pero me alegra confirmar que Jin finalmente ha aceptado mi propuesta de matrimonio. Nos vamos a casar dentro de dos meses, familia.

Kiss and make up [ Sujin ] [ Jinsu ] OxODonde viven las historias. Descúbrelo ahora